TENENCIA VEHICULAR: DONDE LLORAN ESTA EL MUERTO

Más tardó en darse el amago legislativo de desaparecer el impuesto a la tenencia de vehículos, que los gobernadores del país hicieran pública su inconformidad porque, alegaron, la aplicación de esa medida significaría una perjudicial reducción en los ingresos fiscales de sus estados.

En el caso de Tamaulipas, se advirtió que la cancelación del cobro de la tenencia implicaría que el gobierno estatal deje de recibir unos 500 millones de pesos de la participación que le entrega el gobierno federal por ayudarle a cobrar ese impuesto.

Inmediatamente se multiplicaron las voces discordantes con semejante despropósito de los legisladores federales. Sería un atentado contra las finanzas de los estados, reconvienen indignados. Afectarían los programas sociales del gobierno de la entidad, reprenden a quienes promueven tal iniciativa.

Pero si se revisan algunos gastos del gobierno tamaulipeco, se observa que el recurso estatal alcanza para programas sociales y para mucho, mucho más.

Por ejemplo, la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Ecología del gobierno estatal, recién falló la licitación para la construcción del Palacio Legislativo en Ciudad Victoria. Con un monto de 59 millones de pesos, esta obra se adjudicó a la empresa Servicios Administrativos Salve, que deberá entregarla el primero de agosto próximo. ¿Prioridad una nueva sede para los diputados locales?

En medio de los severos efectos de la crisis, el gobierno tamaulipeco falló la segunda licitación pública del presente año, la primera fue para la construcción del palacio legislativo. Con un costo de 29 millones 950 mil pesos, a la empresa Ingeniería y Servicios Nacionales se le encargó la construcción del edificio para la Oficina Fiscal del Estado en el municipio de Ciudad Victoria, que deberá terminarlo el 3 de octubre de este año. ¿Tendrá un real impacto social dicha obra?

Para la edificación del Centro Gubernamental de Oficinas en la capital de Tamaulipas, se destinan 155 millones 913 mil pesos. El 20 de febrero del 2009 se adjudicó el contrato a la Constructora Garza Ponce.

Apenas el cinco de marzo se abrió la licitación pública nacional para la construcción del Centro de Convenciones de Ciudad Victoria. Este procedimiento esta aún vigente y la apertura de las propuestas económica de los participantes se programó para el 25 de este mismo mes.

El año antepasado, en el que se realizaron elecciones locales, se pagaron 11 millones 395 mil pesos por la compra de 265 mil relojes analógicos de pared que en la carátula color blanco tenían en la parte superior la leyenda “‘En Tamaulipas Avanzamos”, mientras que en la parte inferior llevaban la leyenda “Gobierno de Tamaulipas”.

El 21 de noviembre del año pasado la Secretaria de Administración del gobierno estatal entregó un contrato por 19 millones 950 mil pesos a la empresa Consorcio Industrial de la Comarca Lagunera. Según este contrato DGCYOP/307/08, la empresa deberá entregar 285 mil vajillas para cuatro personas, compuesta cada una por cuatro platos hondos y cuatro extendidos fabricados con melanina.

Se desconoce el calendario de entrega de los paquetes, pero las bases señalan que en diferentes cantidades deberán enviarse a los 43 municipios del estado. Por ejemplo la remesa más pequeña de 200 paquetes se entregará en Cruillas y la mayor, de 43 mil paquetes, en Reynosa.

De acuerdo con las bases de la licitación todos los utensilios de cocina deben tener impreso en el fondo el logotipo de la divisa de la actual administración estatal “En Tamaulipas avanzamos”. Quienes los reciban literalmente tendrán “hasta en la sopa” la imagen del gobierno del estado. ¿Prioridades electorales?

LA DESPENSA DEL PRESIDENTE CALDERON

Durante el 2008, la Coordinación General de Administración de la Presidencia de la República, gastó al menos 4 millones 784 mil 207 pesos para surtir la despensa de las oficinas del ejecutivo federal, incluido un banquete con un costo de 86 mil 612 doce pesos pagados al Estado Mayor Presidencial, que aparece como proveedor de este servicio.

Este recurso erogado por la Presidencia de la República para la adquisición de productos alimenticios perecederos se canalizó mediante 16 contratos con proveedores diversos. Por ejemplo está el caso de Rebeca Reyes Contreras a quien se le adjudicó la compra de carne, pollo, pescados y mariscos por un monto de un millón 148 mil 460 pesos, para que surtiera a las oficinas del presidente Calderón desde el 3 de abril hasta el 31 de diciembre del año pasado.

Otro contrato, este por un millón 256 mil 297 pesos, pagó la compra de embutidos, lácteos y misceláneos de abril a diciembre del 2008. Para garantizar que los anaqueles estuvieran bien surtidos entre la primera quincena marzo y la última de diciembre de 2008, la Coordinación General de Administración de la presidencia liquidó, distribuidos en seis contratos, 780 mil pesos para el surtido de alimentos perecederos.

Aparentemente esta compra no fue bien programada, porque se firmaron otros cuatro contratos por un monto global de 571 mil 120 pesos para la entrega de ese mismo tipo de productos entre mayo y diciembre del año anterior.

Como ocurre generalmente con cualquiera, en la Presidencia de la República buscaron salir de la rutina culinaria. Por eso contrataron al proveedor Sergio Lujano Torres para que entre el 11 de julio y el 8 de agosto del 2008 les surtiera lo que se conoce como Box Lunch. Este contrato tuvo un costo de 86 612 pesos por la entrega de 117 de estos productos.

Aunque la información disponible no refiere el contenido de esas “cajas de lonche”, probablemente hayan sido del tipo ejecutivo, compuestas de una ración individual de ensalada César con pollo; fruta con yogurt, granola y miel; Bagel de salmón con queso crema; jugo de naranja y refresco. Una comida ligera. Compradas con dinero ajeno, la coordinación de administración de la presidencia no tuvo empacho en pagar 740 pesos por cada una.

Pedro Infante para presidente….y la Bartola para surtir su despensa!

SI YO FUERA DIPUTADO

Mientras millones de mexicanos luchan sin descanso por la sobrevivencia diaria, la clase política, esa que los convierte en causa esencial de sus discursos, malgasta ruinmente el dinero público. Por ejemplo, entre los gastos pagados por la Cámara de Diputados hay varios que resultan ofensivos.

De acuerdo con el portal de transparencia de la cámara baja, tan solo en 8 reuniones sociales de los legisladores se erogaron 3 millones 64 mil pesos. Por ejemplo para un desayuno-show en el Salón Palazzio Videmar realizado el 8 de mayo de 2008, se liquidaron 360 mil pesos al proveedor Alberto Muñoz Gómez. Para una comida baile la cámara pagó 960 mil pesos a la empresa Gran Forum.

Nuestros diputados merecen recibir el trato que su alta dignidad implica. El año pasado la cámara destinó 633 mil 472 pesos para el servicio de estilista que los legisladores tienen como parte de sus prestaciones laborales. El dinero se pagó casi a partes iguales a los prestadores de servicio Enrique Hernández Bastida y Genero Contreras Montiel.

Si el aspecto personal de los sacrificados miembros de la actual legislatura es importante, su alimentación no lo es menos. Entre 2007 y 2008 a la empresa Prestaciones Universales se le pagaron 330 millones 450 mil pesos por concepto de vales de restaurante, aunque no es el único proveedor de ese servicio en la citada cámara.

Tanto cuidado por nuestros representantes populares obviamente no puede omitir necesidades tan elementales como el consumo de agua. Hasta la propia biblia considera un gesto mínimo de conmiseración proveer de agua al sediento. Por ello, para no caer en pecado capital, a los diputados se les debió surtir de agua para beber. Por tan piadoso gesto se pagaron 797 mil 422 pesos, de los cuales 221 mil 422 fueron para la adquisición de agua Bonafont en presentación de un litro y medio y el resto para la compra de botellones de 19 litros a la empresa Electro Pura.

Ah, pero la gota para sus vehículos también es indispensable. Por ello se destinaron 6 millones 988 mil 400 pesos para la compra de vales de gasolina.

Aunque por su limitada manera de expresarse pareciera que muchos de los integrantes de la actual legislatura de la Cámara de Diputados no cuentan con el hábito de la lectura, el año pasado se contrató la entrega de periódicos y revistas por 3 millones 442 mil 764 pesos. Podría entenderse el gasto porque los diarios generalmente incluyen secciones policiaca, sociales, espectáculos, horóscopos y hasta de crucigramas.

Como son la imagen de su pueblo, al que deben representar dignamente, las reuniones públicas de los legisladores deben estar perfectamente organizadas y de aspecto impoluto. Por esa razón el año pasado se pagó casi un cuarto de millón de pesos para el lavado y planchado de manteles y cubremanteles.

Como están perfectamente conscientes de que el pueblo tiene de ellos una deplorable imagen no escatiman esfuerzo y dinero –ajeno, no podía ser de otra forma- para que la presentación de su trabajo sea merecedora de mejor opinión. Por eso no es extraño –aunque si indignante- que para campañas de difusión, monitoreo de sus actividades en los medios de comunicación, además de producción de programas de radio y televisión, se liquidaron servicios por casi 20 millones de pesos.

Inaudito pero cierto. Se pagaron 5 millones 198 mil 889 a la empresa Clemente Cámara Publicidad por un plan integral de comunicación de la Cámara de Diputados. Además de otros 310 mil por una asesoría a la presidencia de la cámara para el diseño de mensajes de posicionamiento ante medios. Es decir para decirles como ser menos brutos a la hora de hablar.

Como si quisieran olvidarse de su historia reciente, rebosante de descrédito y escrita a base de bochornosos episodios, destinaron 480 mil pesos para la elaboración de un libro denominado “La Cámara de Diputados: Un recorrido por su historia”

Pero, también resulta que los diputados son muy buenos patrones. En el 2008 se pagaron 684 mil 218 pesos a las empresas Reino Aventura y GP Empresarial Chapultepec por dos eventos en sus parques de diversiones, patrocinados al personal de la cámara

Erogaciones extremadamente recriminables como esas hay más, muchas más. Todas aberrantes por el contexto de crisis que vive el país. Todas, una ofensa para un pueblo ahíto de tanta estulticia de la clase gobernante.