Aunque en Tamaulipas se ha puesto
énfasis en la disminución del número de habitantes del estado que están en
pobreza extrema, de 183 mil 400 a 151 mil 600 entre 2010 y 2014, otros resultados
expuestos en el documento “Medición de
la pobreza en México 2014”, recién presentado por el Consejo Nacional de Evaluación
de Desarrollo Social, indican que mucha gente no tiene lo necesario para vivir.
Por ejemplo ahí se puede observar que entre los más de un millón 300 mil
habitantes del estado que son pobres, hay más de 634 mil que tienen problemas
para adquirir lo necesario para alimentarse. El estudio encontró que entre 2010 y 2014, hubo
casi 180 mil tamaulipecos más que tienen
este tipo de carencia. Es decir, este
segmento de población con inseguridad alimentaria creció de 455 mil a 684 mil
500 personas.
Si bien la pobreza extrema representa el aspecto más dramático de la
marginalidad, definitivamente no puede perderse de vista que la pobreza en
general en una situación que causa un terrible agobio entre quienes la sufren,
independientemente del tipo de carencias que tengan.
Por ejemplo la investigación reveló que mientras en el 2010 había millón
614 mil 500 habitantes del estado que tenían
ingresos inferiores a la línea de bienestar, es decir aquellos que con todos sus ingresos
no pueden satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias, para el
2014 la cifra aumentó a un millón 724 mil 500 personas.
Más grave: Con relación a las personas que aun usando todos sus
ingresos para la compra de alimentos no pueden adquirir lo indispensable para
tener una nutrición adecuada, el Coneval reveló que en esos cuatro años, en
nuestro estado, la gente en esa
condición pasó de 484 mil a 566 mil 400 personas.
Todo es relativo según el cristal con que se mire.
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