La captura de Elba Esther Gordillo fue interpretada por mucha gente como una
acometida que politizó la aplicación de
la justicia para deshacerse de quien además de un motivo de incomodidad para el
gobierno era ya un enemigo que abiertamente se mostró dispuesto a la pelea
frontal.
Tras la detención de la ahora ex dirigente del SNTE,
inmediatamente vino el reclamo de acciones semejantes en contra del dirigente
del sindicato petrolero Carlos Romero Deschamps, que al igual que Gordillo Morales
ha mostrado con toda desvergüenza, con insultante descaro,la
cuantiosa fortuna que ha obtenido al amparo del poder.
Si no son solo palabras, este fin de semana el presidente Enrique Peña Nieto se
ha puesto en el camino de demostrar que las acusaciones penales en contra de Gordillo van más allá de la venganza política.
Durante su participación en la XXI Asamblea Nacional del PRI,
el presidente afirmó que su responsabilidad “es lograr que México despliegue
todo su potencial”. Enseguida aseguró que para él no hay intereses intocables.
Aunque no lo contextualizó de manera específica, es claro que el mensaje hace alusión a Elba Esther
Gordillo, quien se había convertido en un estorbo para la reforma educativa, cuya importancia para Peña Nieto se entiende porque buscó y logró que fuera elevada a rango
constitucional.
Sin embargo como la detención de la ex dirigente magisterial
se ha justificado con la persecución de la probable comisión de los delitos que se le
imputan derivados del saqueo de las arcas del sindicato, entonces esa parte del discurso del presidente no puede
agotarse como referencia exclusiva al caso Gordillo.
Aunque el dirigente del sindicato petrolero mantiene un bajo
perfil en su relación con el actual gobierno, la ostentación que él y su
familia hacen del exceso de sus bienes materiales también debería ser motivo
suficiente para que sea sometido a una investigación.
Es incuestionable que una de las fuentes de su fortuna
proviene del dinero del sindicato, pero también que la explicación de su riqueza
está en los múltiples negocios que ha hecho para apoderarse de recursos de Petróleos
Mexicanos.
Entonces, no hay pretexto que valga para no meterlo a la cárcel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario