El Partido Revolucionario Institucional en Tamaulipas
registrará a sus candidatos a presidentes municipales, síndicos y regidores
como producto de un proceso que se mueve entre lo que obliga el código electoral
local y la subjetividad
El Comité Directivo estatal ha estado emitiendo convocatorias para los procesos internos para
la elección de candidatos propietarios a presidente municipal dentro de los
plazos que el Código Electoral para el Estado de Tamaulipas establece para ese propósito.
En consecuencia en algunos municipios se abrieron los plazos
para el registro de aspirantes, se dio curso al proceso, se avalaron los
registros y se iniciaron la precampañas.
Al término del proceso, los órganos del partido habrán de
hacer la declaración de validez de la elección de quienes serán registrados
como candidatos a presidente municipal
para la elección del mes de julio.
De esta forma seguramente será también para aquellos
municipios donde está por abrirse este mismo proceso
Así, las cosas parecen ajustarse a los procedimientos
señalados en los estatutos y reglamentos del partido y a lo dispuesto por la legislación
local. La dirigencia del PRI podrá
asegurar que la nominación de candidatos se hizo conforme a la ley.
El asunto es que la designación de candidatos a síndicos y
regidores que integrarán las planillas que
participarán en la elección de Ayuntamientos se hará según los usos y
costumbres del tricolor.
Quienes encuentren acomodo en las planillas serán los
recomendados de grupos marginados en la postulación
de los candidatos a alcalde.
Es un procedimiento muy arraigado en la cultura política del
PRI. Se reparten esas posiciones para mitigar las molestias e incomodidades
provocadas por la imposición, disfrazada de procesos democráticos, de quienes
buscarán la alcaldía de sus municipios.
Si algún priista lastimado por la violación de sus derechos
políticos por esta poco ortodoxa manera de formar las planillas tricolores para
la elección de Ayuntamientos tuviera el
arrojo de irse a un juicio doliéndose de que se le negó el derecho objetivo de
ser postulado candidato a regidor o sindico, no sería muy complicado que un tribunal le diera la razón.
Sin embargo, es fama pública que la disciplina que en el PRI se
impone a rajatabla funciona a la perfeccion en cualquier circunstancia. En ese contexto, solo un militante que
quisiera suicidarse políticamente tomaría una decisión semejante.
Por eso, esas costumbres violatorias de derechos políticos se
consienten en razón de la cultura de subordinación que priva en el tricolor.
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