La “Estrategia
de Seguridad Tamaulipas” que dio a conocer en Reynosa el Secretario de Gobernación,
Miguel Ángel Osorio Chong, comprende acciones que no han dado resultados
efectivos para disminuir los índices de inseguridad en la entidad.
Lo novedoso en
esta presentación, que no necesariamente implica que pudiera resultar efectiva, es la creación de 4 zonas en materia de
seguridad que estarán a cargo de mandos militares y marinos y la “depuración completa
de la Procuraduría del Estado”.
El anuncio del
funcionario federal indica que se amplia y extiende el uso de la fuerza del
estado en la entidad, a pesar de que se ha comprobado que no es la mejor herramienta para atender uno de
los más graves problemas que padece la sociedad tamaulipeca.
Osorio Chong
informó que esta “Estrategia de Seguridad Tamaulipas” comprende la asignación
de más elementos federales y militares en el estado, tal como se describe
en lo que denominaron “acciones inmediatas del Gobierno Federal”, para realizar operativos de vigilancia
en los penales y más vigilancia en aeropuertos, puertos, aduanas y carreteras.
El secretario,
anunció un “despliegue operativo en tramos carreteros” y patrullajes carreteros
las 24 horas del día. ¿Qué diferencia existe entre estas dos acciones? Solo
ellos lo saben.
Los
antecedentes y resultados de medidas similares realizadas en la entidad todos
los conocemos. De poco ha servido la
llegada de fuerzas federales a la entidad.
Los operativos de vigilancia en comunidades
con altos niveles de inseguridad no han modificado sustancialmente la situación que prevalece en esos lugares. Por ejemplo a la fecha hay tramos carreteros que siguen
siendo de alto riesgo.
La zonificación
del estado recuerda una medida parecida que, sin soluciones de alto impacto, se llevó
a cabo en el 2011. Mediante un convenio de colaboración con el gobierno federal, el de
Tamaulipas donó tres predios para el
establecimiento de bases permanentes del
ejército en los municipios de Jaumave, Mier y San Fernando.
Además, en
agosto de ese mismo año, el gobierno local obtuvo la autorización para adquirir
un crédito por hasta mil 500 millones de
pesos que se usarían entre otras cosas para dotar de infraestructura básica a
los predios mencionados así como para sueldos, viáticos y estímulos para los
soldados que estarían acantonados en esas bases.
La justificación
para esas donaciones y la contratación del crédito fue que eran indispensables
para recuperar la tranquilidad de la población en algunas regiones asoladas por
la inseguridad. Menos de tres años
después la situación local provocó esta reunión que congregó en Reynosa
a los principales funcionarios del gobierno federal para dar a conocer la nueva
“estrategia”
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