Un comunicado de prensa del precandidato perredista al senado por el estado de Tamaulipas, Alfonso de León Perales, exhibe su habilidad para aprovechar las circunstancias cuando intenta ganar espacios en los medios de comunicación.
El texto exhibe una actitud oportunista porque utiliza la crisis que ya se vive en Tamaulipas por la presencia de la influenza H1N1 que ha provocado al menos dos decesos, ocurridos en Reynosa, para obtener rendimiento político para su precampaña.
El boletín señala las consideraciones del precandidato del PRD, médico de profesión, sobre la necesidad de que las autoridades de salud reconozcan “la aparición de brotes epidémicos”. Parte del documento lo dedica a desacreditar al sistema público de salud en el estado.
De León Perales luego hace una reseña de lo que piensa es su encomiable labor como diputado en el Congreso de Tamaulipas durante la Quincuagésima Legislatura. Remata con una aseveración que seguramente le pareció concluyente y contundente “En el Congreso del estado fui el diputado más productivo”.
La opinión del precandidato perredista al senado con relación a la pasividad de las autoridades sanitarias para hacer frente a la contingencia sanitaria provocada por la influenza, principalmente en el municipio de Reynosa, se basa en una obviedad.
Cualquiera que conoce lo que ocurre puede llegar a esa conclusión, aunque eso realmente no tiene nada de criticable. Lo que resulta desagradable es su intención de vanagloriarse apoyándose en un problema de salud que ya ha tenido consecuencias fatales.
En ese boletín no hay absolutamente ningún rastro de sensibilidad por el dolor de quienes ya perdieron a un familiar a consecuencia de esa enfermedad contagiosa. La tragedia fue el pretexto para que el ex diputado local se hiciera promoción política.
Aunque el precandidato es libre de decir, declarar o escribir lo que se le venga en gana, si resulta morboso que se haya agarrado del tema para ensalzarse. Es entendible que andando en precampaña pretenda engrandecerse, pero definitivamente para todo debe haber limites.
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