En medio del escándalo provocado por las
acusaciones de abusos laborales en perjuicio de personal a su cargo y señalamientos
en su contra por actos de corrupción, el director del Instituto Reynosense para
la Cultura y las Artes alega que el manejo del presupuesto de la institución es
transparente.
Moisés García Flores, quien ocupa el
cargo gracias a una recomendación que nadie pudo desairar, inicialmente reaccionó
mostrando su vulgaridad. Las quejas de varios maestros del instituto por la
falta de pago de su periodo vacacional, propiciaron que surgiera su verdadera
naturaleza.
Este asunto no ha pasado de
generalidades ya que los afectados no han acudido a la única instancia que les
permitiría resolver su situación. Se han quedado en la denuncia pública cuando
lo más adecuado es hacer uso de los derechos que les consagra la Ley Federal
del Trabajo.
La aseveración de García Flores
sobre la aplicación de los recursos del IRCA es simple y llanamente subjetiva.
Son sus dichos lo que la sostienen. Nada más.
Todas las
instituciones que manejen dinero público están obligadas a poner a disposición de
los particulares de manera oficiosa la información, entre otra, que tenga que
ver con la aplicación de los recursos.
De acuerdo
con los lineamientos legales para la transparencia, la información debe ser
veraz, confiable, oportuna, congruente, integral, actualizada, accesible, comprensible
y verificable.
Por
ejemplo, deben darle la máxima publicidad a "la remuneración bruta y neta de todos los servidores públicos
de base o de confianza, de todas las percepciones, incluyendo sueldos,
prestaciones, gratificaciones, primas, comisiones, dietas, bonos, estímulos,
ingresos y sistemas de compensación, señalando la periodicidad de dicha
remuneración."
También deben poner a disposición del
público "los gastos de representación y viáticos, así como el objeto e informe
de comisión correspondiente; El número total de las plazas y del personal de
base y confianza, especificando el total de las vacantes, por nivel de puesto, para
cada unidad administrativa así como las contrataciones de servicios
profesionales por honorarios, señalando los nombres de los prestadores de
servicios, los servicios contratados, el monto de los honorarios y el periodo
de contratación."
Otra de
las cosas que deben de cumplir es aquella que se refiere a que la página de inicio de los portales de
Internet de los “sujetos obligados” debe contar con un vínculo de acceso
directo al sitio donde se encuentra la información pública de oficio.
El portal del Instituto Reynosense
para la Cultura y las Artes tiene ese vínculo que señala la legislación pero al
ingresar solo se encuentra la leyenda “Estamos trabajando en esta sección del
sitio web de manera coordinada con el Instituto Municipal de Transparencia y
Acceso a la Información (IMTAI)”
Es todo. No aparece lo que la ley les
exige en materia de publicidad. Con ese texto mañosamente pretenden darle la
vuelta a sus obligaciones.
Tratan de usar como tapadera al Instituto
Municipal de Transparencia y Acceso a la Información para evadir lo que la legislación
les impone.
Lo peor es que parece que lo lograron.
El IMTAI, como órgano garante del
cumplimiento de la ley de transparencia debe velar porque, en este caso el
IRCA, cumpla con la difusión permanente de su información y que la actualice
trimestralmente.
La ley establece que en su calidad de
garante, de oficio o a petición de los particulares, debe verificar el
cumplimiento de las obligaciones del sujeto obligado.
Como se observa, al menos por omisión,
el responsable del IMTAI si le sirve de tapadera a García Flores
Ambos pueden ser sancionados por esas
conductas.
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