La Segunda Sala Regional del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación, con sede en Monterrey, dejó firme la sentencia del Tribunal Electoral de TamaulipaS que validó los
resultados con los que el Partido Acción Nacional ganó la elección de Ayuntamiento
de Reynosa.
De la demanda llama la atención que
los dirigentes del PRI y sus abogados, sin nombrarlo, acusaron al alcalde priista
de Reynosa José Elías Leal de haber desviado recursos del municipio para
favorecer al PAN en la elección del mes de junio.
Descabezado el sistema político
priista en el estado, con un futuro incierto y consumidos seguramente por el resabio
de la apabullante derrota que sufrieron, quienes promovieron la demanda de
nulidad de la elección de Ayuntamiento en esta frontera se le fueron encima a
su correligionario Elías Leal, señalándolo de haber actuado contra el candidato
priista a presidente municipal.
Luego de la elección local, en la que
el PRI perdió la gubernatura, el control del congreso local y más o menos la
mitad de los ayuntamientos del estado, muchos priistas se duelen por lo que
consideran traiciones políticas.
Los rumores de ese tipo son la
comidilla del día entre ellos.
Sin embargo el señalamiento en contra
del alcalde de Reynosa es directo. Es el único que de manera pública y
específica plantea lo que muchos solo se atreven a comentar en privado.
El escrito de demanda de nulidad
refiere que entre las irregularidades del proceso está lo que consideran una
actuación ilegal de las autoridades municipales: "Utilización de recursos
públicos que fueron desviados del municipio de Reynosa en favor del PAN y de la
planilla que ganó, pues el candidato a primer regidor, Javier Garza Faz, se desempeñó
en la coordinación de asesores en ese Ayuntamiento, lo cual lo vuelve
inelegible".
En lo político este señalamiento
resulta muy revelador e interesante, pero por varias razones careció de peso
legal.
De la sentencia se desprende que esta
aseveración, como todas las que se expresaron en la demanda, solo muestra el desacuerdo
de los promoventes con los resultados de la elección. Nada más.
El documento señala en cada una de las partes controvertidas que los priistas no allegaron elementos jurídicos eficaces que soportaran su pretensión.
Lo más gacho para los abogados del
PRI es que los magistrados les machacaron que prácticamente todos sus
argumentos consistieron en aseveraciones genéricas.
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