jueves, 28 de abril de 2011

REFORMA POLITICA: EL MUNDO DE ONAN

La Cámara de Senadores aprobó reformar diversas disposiciones constitucionales, conjunto de enmiendas a las que se dio en llamar genéricamente reforma política, con las que se establecen las figuras de consulta popular, iniciativa ciudadana y se permiten las candidaturas independientes y  la reelección de senadores y diputados federales.

Con relación a la posibilidad de que los senadores y diputados se reelijan –los primeros por un periodo y los segundo por hasta por dos periodos- el dictamen aprobado señala, luego de un verdadero chorizo verbal, que “cada día es más necesario abrir paso a la profesionalización de legisladores, que solo da la permanencia en el cargo”.

Hablan como si la sola prolongación del mandato implicara que los legisladores adquieran virtudes como el compromiso social, rectitud, honestidad. Como si acumular años en el congreso debiera tener como efecto el  aumentar el escaso patrimonio  moral con el que muchos llegan ahí.

Otra consideración que se presentó para justificar la aprobación de este tipo de reelección realmente es una jalada y una grosería para la sociedad. El dictamen votado dice que esta posibilidad de reelegirse en forma inmediata “es un poderoso acicate para que los legisladores estrechen su relación con los electores”.

Si bien una de las imputaciones que siempre se hace a cualquier diputado o senador es que nada más asumir el cargo, rompen el frágil lazo que construyen con los ciudadanos en el tiempo de sus campañas políticas, la verdad es que viéndolo objetivamente para que quisiera el ciudadano común y corriente saber de su diputado.

Cuando entre en vigor esta reforma constitucional, los electores sabrán perfectamente que el diputado o senador que se les acerque constantemente, que comedidamente intente “estrechar su relación” con ellos, lo hará con el muy personal interés de continuar viviendo a costa del presupuesto.

Con el argumento que hacen quienes dictaminaron la reforma en el sentido de que  la posibilidad de reelección inmediata da a los ciudadanos “un poder que no han tenido, que es premiar o castigar, a través del voto a sus representados”,  parece que no perciben que la población está harta de la políticas y los políticos.

Las preocupaciones de la gente están en otros niveles completamente fuera de la comprensión de quienes votaron la reforma.  En estos aciagos momentos que vive el país debido a la profunda crisis provocada por la falta de empleo, la creciente pobreza y por la inseguridad que asola gran parte del territorio nacional,  los legisladores  continúan practicando el onanismo.

Ahora, con la creación de la figura legal de la iniciativa ciudadana, los particulares podrán organizarse para ejercer el derecho que les reconocerá la constitución para iniciar leyes o decretos ante el Congreso de la Unión.

Al estar el ciudadano legitimado constitucionalmente para  hacer lo que a la fecha es potestad exclusiva del presidente de la república y de los legisladores federales y locales, quien o quienes estén interesados en promover acciones legislativas mucho menos requerirán de estar en contacto con sus “representantes populares”.

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