En su primer encuentro con reporteros de Reynosa, el precandidato del PAN a una senaduría por Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, volvió a mostrar su talante intolerante y su facilidad para mentir cuando se trata de sacar ventaja de una situación que le puede resultar perjudicial.
Como pocos días antes había declarado que a quienes buscan un puesto de elección popular no se les debe juzgar por lo que prometen sino por sus antecedentes, se le confrontó con el hecho de que durante la Sexagésima Legislatura de Tamaulipas de la que formó parte se distinguió por haber sido el diputado más faltista, ya que de 88 sesiones realizadas entre enero del 2008 y mayo del 2010, cuatro meses antes de solicitar licencia para separarse del cargo, faltó a 37 de ellas.
Al ex director general de la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra, inmediatamente le cambio el semblante. No pudo ocultar la molestia que le provocó el cuestionamiento, aunque fue notorio que hizo un enorme esfuerzo para controlarse y no reaccionar furiosamente como le ocurre en situaciones que le son enfadosas o incomodas.
En su respuesta minimizó la responsabilidad legal que tienen los diputados locales de Tamaulipas de asistir a las reuniones del pleno y participar en ellas. Para contrarrestar lo notorio de su falta de responsabilidad al haber inasistido al 42 por ciento de las sesiones realizadas en poco menos de dos y medio de los tres años de esa legislatura, García Cabeza de Vaca dijo que debiera calificarse su papel como diputado local analizando su productividad legislativa.
En lo que pareció más una arenga dirigida a decenas de panistas que asistieron a la rueda de prensa, el también ex presidente municipal de Reynosa se autocalificó como el diputado más productivo de esa legislatura.
Sin empacho aseguró que fue el que más iniciativas presentó en los dos años nueves meses en que cobró como diputado local antes de irse a dirigir la CORETT.
Como es su costumbre, desvergonzadamente mintió.
Los únicos que dieron por veraz esa falsa afirmación fueron sus simpatizantes, que interrumpieron su embustera respuesta con un prolongado aplauso. Sin embargo nada de eso desmiente lo que aparece en los registros públicos sobre el trabajo de los integrantes de esa legislatura.
Entre enero de 2008 y el 30 de septiembre de 2010, los diputados del PAN presentaron 54 iniciativas de las cuales 25 fueron para promover puntos de acuerdo y 29 de decreto. La mayoría se introdujeron como propuesta del grupo parlamentario y otras fueron presentadas por algunos diputados en particular.
En ninguna de esas iniciativas el ahora precandidato al senado aparece como promovente en lo individual. Solo en cuatro propuestas de punto de acuerdo y una de decreto su nombre está registrado como promovente, pero en forma conjunta.
Los registros del congreso local no mienten. Además de haber sido el que tuvo más ausencias fue uno de los diputados con menor actividad legislativa. En otras palabras: fue faltista y flojo.
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