La sentencia de la Sala Monterrey
del Trife que resolvió revocar la sentencia del Tribunal Electoral de Tamaulipas
y declaró firmes y definitivos los resultados de la elección interna del PAN en
los que Jesús María Moreno Ibarra resultó ganador de la candidatura a la
presidencia municipal de Reynosa, significaron una tunda legal para el tribunal
tamaulipeco y para la dirigencia nacional del partido.
Al órgano juzgador local le
machacaron la negligencia con la que actuó al declarar improcedente el juicio
promovido por el ahora candidato panista a la alcaldía de Reynosa, ya que el
tribunal federal le recriminó que al haber incumplido con su obligación legal
de actuar exhaustivamente terminó violando los derechos político electorales de
Moreno Ibarra.
Por lo que se refiere al CEN del PAN,
la sentencia muestra nuevamente que los órganos de dirección nacional de ese
partido generalmente actúan arbitrariamente, a la brava, y en consecuencia sin
cubrir las formas e ignorando los más elementales
principios legales que deben regir todas sus decisiones.
Son múltiples los casos en los que
los dirigentes de ese partido, por dictar resoluciones violatorias de los
derechos de sus militantes, se han visto envueltos en procesos judiciales en
los que, como autoridad responsable, han sido exhibidos como prepotentes y antidemocráticos.
La sentencia de la sala regional
del Trife que invalidó la candidatura del diputado local José Ramón Gómez Leal a
la presidencia municipal de Reynosa, quien tenía menos de una semana en
campaña, evidenció como de principio a
fin la intervención de la dirigencia nacional que terminó por modificar el
resultado de la elección interna que en segunda vuelta ganó Moreno Ibarra,
estuvo plagada de vicios legales.
En la resolución, que ordenó el
inmediato registro de la planilla de Moreno Ibarra para que participe en la elección
de Ayuntamiento de esta frontera, punto por punto, desde el traslado de los
paquetes a la Ciudad de México hasta el recuento de votos ordenado por el
presidente nacional panista, se describe la conducta desaseada de quienes
resolvieron ese procedimiento interno.
El Trife exhibió como, al no
cumplir con las más elementales formalidades legales, la intervención de la
dirigencia nacional albiazul terminó por generar las condiciones para que en el
estudio del fondo de las reclamaciones judiciales de Moreno Ibarra, la
sentencia le fuera favorable.
Con ese tipo de conducta de
quienes manejan el partido parece que se volverá común que los tribunales
electorales sean los que impongan la democracia interna que, como se ha visto
recurrentemente, es un bien escaso en ese partido.
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