El diputado local tamaulipeco, Aurelio Uvalle Gallardo, presidente de la Comisión de Educación del Congreso local, es del tipo característico de la clase política que ha causado tanto daño al país.
Sus recientes declaraciones con relación a los desastrosos resultados del Concurso Nacional de Plazas Docentes, que exhibieron la ignorancia de la mayoría de los maestros que participaron, así lo demuestran.
Dio a entender que la Secretaría de Educación Pública podría haber manipulado la evaluación de los miles de concursantes en respuesta al rompimiento entre la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo y las autoridades educativas del país.
Respecto al hecho de que Tamaulipas forma parte del grupo de nueve estados con los más bajos porcentajes a nivel nacional, el diputado se llenó la boca para afirmar que el perfil de los maestros tamaulipecos no corresponde a los resultados dados a conocer por la SEP.
Con esa mentalidad es impensable esperar que la situación de la educación en el estado pueda mejorar. Quienes, como él, teniendo una responsabilidad pública asumen esa postura de negación frente a una realidad que los rebasa, son los principales causantes de lo que no quieren ver.
Si el diputado Uvalle Gallardo tuviera una pizca de vergüenza, jamás hubiera tenido el atrevimiento de abrir la boca para soltar tamaña estupidez. Mucho menos si tomamos en cuenta que él es beneficiario singularmente privilegiado de las prácticas viciosas tan arraigadas en el sistema educativo.
No tiene calidad moral para pretender hablar con tanta suficiencia sobre el tema. Especialmente porque a pesar de su evidente pobreza de criterio, en calidad de comisionado ha recibido sueldo de la nomina estatal del sistema educativo como “profesor investigador de enseñanza superior”. Ni más ni menos.
En el primer trimestre de 2010, última información disponible sobre los trabajadores tamaulipecos de la educación que gozaban de una comisión, la SEP reporta que en ese periodo el ahora diputado local, obtuvo 79 mil 787 pesos por la plaza de profesor investigador de jornada completa, identificada con la categoría E7011,
Otro reporte señala que el presidente de la Comisión de Educación del congreso tamaulipeco, por una plaza de “profesor investigador de enseñanza superior”, con categoría E7305, entre enero y marzo del año pasado recibió pagos por 87 mil 774 pesos.
En ese mismo primer trimestre de 2010 también con cargo a la nomina estatal se le liquidaron 30 mil 953 pesos por una plaza de director foráneo, con categoría E0221, cuyo pago corresponde a un puesto de jornada completa.
Al mismo tiempo se desempeñaba como Jefe del departamento de Desarrollo Regional de la Educación en Nuevo Laredo.
Callado se defiende más el diputado, definitivamente.
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