viernes, 8 de julio de 2011

EL PACTO DE ELBA ESTHER: EL ARTE DE COMER CACA

Las recientes declaraciones de Elba Esther Gordillo sobre su pacto con Felipe Calderón para apoyarlo en la campaña presidencial del 2006 a cambio de posiciones en el gobierno,  desató una vorágine política que terminó arrastrando al propio presidente.    

Las cínicas afirmaciones de la presidenta vitalicia del SNTE provocaron un grotesco espectáculo en el que los involucrados se exhibieron vergonzosamente.   El asunto se convirtió en un espectáculo burlesco, en el que los protagonistas casi terminan mostrando sus partes pudendas.

Gordillo, el ex director del ISSSTE Miguel Ángel Yunes Linares, el dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira y Felipe Calderón, aunque tratando de hacerse de la boca chiquita, han ilustrado como se hace política en México.  

Gordillo le dio una zarandeada a Felipe Calderón.  También mostró su capacidad para venderse ya que parece que con la revelación de su acuerdo con Calderón, buscó poner en la vitrina la influencia que ha construido a partir del SNTE.

Aparentemente la estrategia dio resultado porque en medio del escándalo provocado por sus declaraciones el dirigente nacional priista coqueteó con la maestra y adelantó que buscará el apoyo de su franquicia electoral, el Partido Nueva Alianza, para el proceso federal del 2012.

El ex director del ISSSTE reaccionó a las afirmaciones de la presidenta vitalicia del sindicato de maestros que lo ubicaban como un alfil de sus negociaciones con Felipe Calderón en el 2006, acusándola de haberle querido imponer cuotas multimillonarias con cargo a las finanzas de la institución que dirigió.

Total que el asunto se convirtió en otro botón de muestra sobre como en política el fin justifica los medios.   

Todos mostraron su verdadero talante, pero quien resultó con el mayor perjuicio en este bodrio fue el presidente Calderón.  

Primero, tras las escandalosas declaraciones de Gordillo, guardó silencio. Luego forzado por la dinámica que alcanzó el asunto, termino por aceptar que si había existido tal pacto, pero  dando a entender que quien lo había negociado fue el entonces presidente Vicente Fox.

“Era un acuerdo político que venía antes de mi y que yo efectivamente respeté” dijo el presidente de la república.

Bien dice la frase que la política es el arte de comer caca, no hacer gestos y pedir más.

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