Luego de que la Comisión Nacional de Derechos Humanos presentara una acción de inconstitucionalidad contra la llamada “ley antituiteros” del estado de Veracruz, el gobernador Javier Duarte de Ochoa cínicamente declaró que esa acción legal es contra el congreso local y no de él.
El mandatario veracruzano en exhibió así su ignorante prepotencia.
En la acción promovida por la CNDH ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación señalan a los órganos Legislativo y Ejecutivo como responsables de la emisión y promulgación del artículo 373 del Código Penal de Veracruz, que el organismo de derechos humanos considera que afecta el derecho a la libertad de expresión y garantías de legalidad, seguridad jurídica y exacta aplicación de la ley penal.
La CNDH plantea que al pretender sancionar cualquier persona por “afirmar falsamente” la existencia de aparatos explosivos u otros, ataques con armas de fuego o sustancias que puedan causar daño a la salud, “por cualquier medio”, tales elementos del cuerpo del delito violan las garantías de legalidad y seguridad jurídica.
Afirma que por ser ambiguos e imprecisos dejarían al arbitrio de la autoridad judicial complementar e interpretar de manera subjetiva, sin bases adecuadas y efectivas, tanto lo referente a las afirmaciones falsas como al medio empleado para realizar esa conducta.
Pero el tema no es propiamente esa acción de inconstitucionalidad sino la actitud burlona asumida por el mandatario veracruzano al pretender mantenerse al margen de esa barbaridad ahora conocida como ya como “ley antituiteros”.
“Considero yo que en este sentido la legislatura del estado no incurrió en ningún desacato ni en ninguna irregularidad, y bueno ya dependerá de los ministros de a Suprema Corte de Justicia hacerlo”.
Duarte de Ochoa en parte tiene razón. Los diputados del PRI, del Panal y el de PRD que la votaron a favor no desacataron la instrucción que llegó del palacio de gobierno para pasarla.
Vaya desfachatez.
El señor seguramente piensa que la gente es tonta e ignorante como para no saber que él fue quien presentó la iniciativa de decreto para adicionar al código penal de Veracruz el capitulo y el delito de “Perturbación del orden público”.
Como si sus diputados se mandaran solos. Como si no hubieran aprobado con lambisconera sumisión su iniciativa. Como si en Veracruz existiera la separación de poderes.
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