La disputa legal en la que Onésimo Cepeda Silva, Obispo de Ecatepec, fue acusado de fraude procesal por haber simulado un préstamo de 130 millones de dólares en efectivo que hizo a la dueña de una valiosa colección de pinturas, mostró la debilidad de los altos prelados de la iglesia católica por el poder y el dinero.
El pleito judicial data desde el 2003, luego de que el religioso endosara en propiedad un pagaré aparentemente firmado por Olga Azcárraga Madero, en representación de una empresa propietaria de la colección de arte, a una persona que luego demandó por la vía judicial el pago de los 130 millones de dólares
Tras una serie de descalificaciones que hizo en su contra el abogado de la empresa, Xavier Olea Peláez, que entre otras cosas lo llamó ratero, en una entrevista radiofónica Cepeda Silva aseguró que ni siquiera conocía Olea Peláez.
Este último se comunicó al programa y llamó mentiroso al jerarca de la iglesia. Dijo que se conocían desde quince años atrás.
Luego dio algunos detalles de su relación. Olea Peláez dijo que en varias ocasiones había jugado golf con el obispo de Ecatepec. Que también había cenado algunas veces con él en el lujoso restaurante Champs Elisées y que recientemente había tenido un altercado con Cepeda Silva en los sanitarios del restaurante San Angel Inn.
La publicidad del primero lo califica como un “restaurante lujoso, con prestigio y visitado por personalidades importantes del mundo de la política y de los negocios”.
La promoción del segundo lo presenta como “un viejo monasterio carmelita convertido en un extraordinario restaurante…mezcla el encanto y distinción de los antiguo con el lujo moderno. Hoy en día es el sitio favorito de la élite de México y de los turistas internacionales”
La promoción del segundo lo presenta como “un viejo monasterio carmelita convertido en un extraordinario restaurante…mezcla el encanto y distinción de los antiguo con el lujo moderno. Hoy en día es el sitio favorito de la élite de México y de los turistas internacionales”
La verdad es que ambas descripciones no son exageradas.
A esos lugares asiste el obispo de Ecatepec. La humildad no se hizo para él. Es ampliamente conocido su debilidad por disfrutar lo que los ricos califican como buena vida. Pocos desconocen sus relaciones con la “élite de México”.
Es uno de tantos, muchísimos más bien, que se dicen guardianes de la integridad espiritual y moral de la comunidad. Es de los hipócritas para quienes la religión fue el medio para satisfacer sus apetitos carnales.
1 comentario:
SI POR ALGO SE HAN DISTINGUIDO LOS ALTOS Y ALTISIMOS PRELADOS DE LA IGLESIA CATOLICA ES POR SU PROPENSION AL BUEN VINO Y A LA MEJOR CARNE ( AUNQUE SEA DE JOVENZUELOS O MEJOR AUN SI ES ASI)
A LOS MAS SELECTOS LUJOS DE LA VIDA !!!VAMOS QUE LOS REPRESENTANTES DE DIOS EN LA TIERRA NO MERECEN MEBOS QUE ESO!!! BIEN DIJO NERUDA "QUE TENGO YO QUE VER CON LOS SACERDOTES QUE VENDEN EL CIELO, SU INFIERNO NO ME CONVIENE,ESTOY A GUSTO EN LA TIERRA"
DICE EL REFRAN POPULAR "NO TE FIES DE INDIO BARBON, NI DE GACHUPIN LAMPIÑO, DE MUJER QUE HABLE COMO HOMBRE NI DE HOMBRE QUE HABLE COMO NIÑO"... y yo agrego " ni de cabron que se ponga enaguas" GABO
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