El anuncio de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior del Estado que serán citados ex funcionarios de 24 municipios de Tamaulipas que presentaron ex temporáneamente la cuenta pública del 2010, generó temores e inquietudes entre ex alcaldes, ex tesoreros y ex síndicos del estado que concluyeron su responsabilidad en diciembre del año pasado.
A muchos les provocó pavor la posibilidad de que la Auditoria Superior del Estado le entre a la revisión detallada de los documentos comprobatorios del ejercicio de los recursos públicos, que hiciera compulsas con terceros que fueron contratados por los ayuntamientos en los que trabajaron hasta el último día del 2010.
Una vez que se conoció con certeza el alcance de las acciones del congreso, seguramente a todos les volvió el color al rostro. Cuando se informó que se trataba de procedimientos relacionados con el incumplimiento de los plazos para la entrega de las cuentas al órgano de fiscalización del congreso estatal, pudieron dormir menos intranquilos.
Luego de que se anunció que se iba a citar a comparecer a quienes incumplieron con esa obligación para que explicaran los motivos de la extemporaneidad, recobraron la calma. Nada de escarbarles a sus cuentas para buscar contratos amañados, asignación de obra pública a los amigos, compadres y novias, o a quien pagara el religioso diezmo.
Las notificaciones para que acudan a explicar porque presentaron sus cuentas fuera de los plazos establecidos serán seguramente pan comido para ellos. Eso es nada a enfrentar auditorias para descubrir desvío de recursos mediante la manipulación de listas de raya o padrones alterados de beneficiarios de becas ni si los bienes que se compraron tenían los precios inflados.
Si por la omisión de haber rendido sus cuentas públicas en los plazos señalados para el efecto, les llegarán a aplicar la multa más alta que señala la Ley de Fiscalización Superior del Estado de Tamaulipas para algunos serán pequeñeces.
Esa disposición legal señala que en esa conducta puede merecer una sanción de entre 200 y 800 veces el salario mínimo vigente en la capital tamaulipeca. La multa máxima asciende a 45 mil 40 pesos. Como quitar un pelo al gato.
Pueden estar tranquilos porque el riesgo es que los castiguen por huevones, no por ladrones.
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