miércoles, 25 de mayo de 2011

CUENTAS PÚBLICAS: COMO LA CACA DEL GATO

Históricamente la revisión de las cuentas públicas de los Ayuntamientos u otras entidades púbicas de Tamaulipas tiene un alto componente político, que determina las conclusiones de la  fiscalización de los recursos públicos.

Para los amigos o aliados políticos del gobernante en turno la aprobación de las cuentas es un simple trámite.  Para aquellos que por alguna causa, por ser de oposición o porque siendo priistas cayeron en desgracia, lo menos que pueden esperar es que por mucho tiempo sus cuentas públicas queden pendientes de aprobar .

Ahora que se ha anunciado que la Auditoria Superior del Estado se concentrará en la revisión del manejo presupuestal de algunos municipios, incluido Reynosa, no debe haber mayores expectativas porque se trata de un procedimiento hasta cierto punto normal, ya que son las quedaron pendientes de aprobar, si aprobar, al terminar la anterior legislatura.

En el caso de Reynosa, a la administración  en la que fue presidente municipal el también ex senador Oscar Luebbert Gutiérrez, la aprobaron 5 cuentas públicas semestrales  restando por desahogar el trámite de la que corresponde a los  últimos seis meses del 2010

La fiscalización generalmente es muy complaciente. Cuando hay instrucciones de sacar adelante  una cuenta, la tramitación es oficiosa.  En consecuencia, la revisión no es muy rigurosa. 

Por ejemplo en la fiscalización de la ejecución de la obra pública de los municipios parece que los auditores no se percatan que un pequeño grupo de empresas es al que se le asigna la mayor parte de los proyectos contratados.  Que en todo el trienio  son unas cuantas las más beneficiadas con la construcción de obra.

Les pasa inadvertido que,  incluso cuando por el monto que representa la inversión  se debe hacer una licitación pública nacional, casi siempre sean las mismas constructoras las que ganan los contratos.

Muchos saben que en ese tipo de concursos es común que,  mediante diversas maquinaciones, el fallo de la licitación ya esté arreglado de antemano. O que otra forma de burlar las disposiciones legales es fraccionar los proyectos para asignar directamente los contratos a los amigos o presta nombres.

En el proceso de revisión de las cuentas aprobadas a la administración del ex alcalde Oscar Luebbert  parece que a los auditores del congreso no les llamó la atención que,  por ejemplo, a tan solo  cinco contratistas se les hayan entregado al menos 206 millones 489 mil pesos en obra pública.

A la empresa GAF, propiedad de Fernando Cueva Gómez, primo político de Francisco García Cabeza de Vaca, director general de la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra, que además fue uno  de los contratistas favoritos durante el trienio en que el actual funcionario federal fue presidente municipal de Reynosa,  le adjudicaron cuando menos 6 contratos por un monto total de 31 millones 307 mil pesos.

En la administración de Luebbert Gutiérrez, los hermanos Arturo, Andrés y Gabriela Resendez Ancer recibieron obras por 16 millones 99 mil pesos.  La empresa Servicios Administrativos Salve, ejecutó siete contratos por 36 millones 695 mil pesos, en tanto que a  la constructora Proyectos y Estructura de Matamoros, en tan solo cuatro contrataciones le pagaron 23 millones 717 mil pesos

A la empresa Contratista Metropolitanos, le adjudicaron al menos cuatro contratos por un monto global de 98 millones 671 mil pesos.  

Otra cosa muy común es que a las constructoras a las que se les adjudica una parte importante  de la obra pública en un ayuntamiento, al siguiente trienio, salvo algunas excepciones, curiosamente ya no vuelven a ser contratadas.  ¿Por qué?

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