Un grupo de auditores procedentes de Ciudad Victoria procederán a la revisión del los recursos públicos federales que se ejercieron en el municipio de Reynosa en el último año de la administración en que fue presidente municipal Oscar Luebbert Gutiérrez.
Su llegada provocó diversas reacciones y opiniones porque se pensó que era parte del procedimiento de fiscalización de cuentas públicas pendientes de poner a consideración del Congreso del Estado.
Expectación, morbo y malos deseos, fue lo menos que desató el arribo de los auditores.
Expectación, morbo y malos deseos, fue lo menos que desató el arribo de los auditores.
Luego se supo que la visita domiciliaria enviada al Ayuntamiento de Reynosa, corresponde a las acciones de verificación que la Auditoria Superior de la Federación está haciendo sobre el uso de los recursos públicos federales que se entregaron al municipio en el 2010.
Se trata del cumplimiento del Programa Anual de Auditorias que se elabora para la fiscalización de las entidades públicas que ejecutaron aquellos programas que se consideran prioritarios o estratégicos y que, de acuerdo con la propia ASF, es pertinente auditar.
Lo único que trascendió es que los fiscalizadores, dependientes de la Auditoria Superior del Estado pero que actúan por convenio en nombre del órgano revisor de la Cámara de Diputados, están iniciando la revisión de la obra pública que en el último año de la administración de Luebbert Gutiérrez se construyó con recursos de la federación.
El asunto debe tener preocupados a más de dos de los cercanísimos colaboradores del ex presidente municipal reynosense. Aunque para su tranquilidad pueden recordar que dos ex alcaldes se vieron envueltos en líos con la Auditoria Superior de la Federación, ya que les detectaron anomalías graves en el manejo del dinero federal que recibieron.
Al actual director de la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra, el panista Francisco García Cabeza de Vaca, a pocos mese de haber dejado el cargo de presidente municipal de Reynosa (2005-2007), le tronó un escándalo porque una auditoria a los recursos que recibieron del Programa de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento en Zonas Urbanas evidenció varias irregularidades.
Una de las más graves fue el descubrimiento de que se fraccionaron proyectos de obras con el propósito de evitar la licitación pública de los mismos. Se hizo la observación de que estas acciones tuvieron el propósito de evitar el cumplimiento de la ley para asignar los contratos de manera directa.
De acuerdo con el pliego de observaciones de la auditoria, esta y otras conductas ejecutadas en abierto incumplimiento de la normatividad provocaron un daño patrimonial a la federación por un monto superior a los 22 millones de pesos.
Otro ex alcalde de este municipio requerido por la ASF fue Serapio Cantú Barragán, antecesor de García Cabeza de Vaca. Siendo ya ex funcionario municipal el órgano de fiscalización lo emplazó de manera personal para que acreditara el destino de 135 millones de pesos del Fondo de Fortalecimiento Municipal y de Infraestructura Social, que presuntamente habían sido mal ejercidos.
Nunca se supo que ocurrió finalmente en ambos casos. Como el primero es ahora funcionario federal y el otro ocasionalmente se le ve en actos políticos, se puede concluir que simplemente nada sucedió.
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