El accidente fatal que ocurrió en una mina de carbón en el estado de Coahuila, en la que quedaron atrapados catorce trabajadores de la empresa Beneficios Internacionales del Norte, SA, nuevamente puso en evidencia las terribles fallas del el gobierno para regular una actividad de por sí muy peligrosa para los obreros de esa industria.
Tras la tragedia ocurrida en febrero de 2006 en la mina de Pasta de Conchos, en la que murieron decenas de trabajadores que quedaron atrapados en el interior, quedaron al descubierto las peligrosas condiciones en las que trabajan los mineros el país.
Lo sucedido esta semana en ejido Sabinas del municipio del mismo nombre es clara muestra de que las autoridades siguen siendo criminalmente negligentes porque toleran que las empresas realicen sus operaciones con niveles de alto riesgo para sus empleados.
Hay una gran cantidad de testimonios tan solo sobre los dos últimos accidentes ocurridos en Coahuila, que describen las difíciles condiciones laborales de los obreros. La Secretaria del Trabajo brilla por su ausencia y con ello propicia que la situación de los obreros de la minería esta casi al nivel de explotación.
El caso de Fernando Lara Ruiz, el único sobreviviente de la explosión en la mina de carbón, a quien le amputaron un brazo debido a las graves lesiones que tiene, es una muestra de las infrahumanas condiciones de trabajo que diversas organizaciones han denunciado que existen en muchas minas del país.
Lara Ruiz es un niño de catorce años al que la pobreza de sus familia lo llevó a engancharse es esa actividad tan riesgosa, tanto por la inestabilidad en la que operan las minas como por las enfermedades que están relacionadas con las inexistentes medidas de seguridad industrial en ese tipo de trabajo
Sin ningún rubor porque la dependencia que dirige por su negligencia es indirectamente responsable de lo que ocurrió en el Ejido Sabinas, Javier Lozano Alarcón, secretario del Trabajo inmediatamente se apersonó en el lugar, supuestamente para encabezar las acciones de rescate de los mineros atrapados.
La presencia del funcionario nada cambia la situación imperante en el lugar de la explosión, pero ha aprovechado su estancia en Coahuila para buscar notoriedad en los medios de comunicación al subir constantemente sus comentarios a través de su cuenta de Twitter.
Utilizar esa red social como estrategia de comunicación personal, es de una bajeza insultante. El secretario ha vulgarizado la tragedia que viven los familiares de las víctimas.
Por otra parte, en una declaración que hizo sobre el incidente dijo que “El problema es que no hay una voluntad, una ética, o un valor de muchos empresarios que con tal de ganarse unos pesos son capaces de tener trabajando la gente como la tienen”
Lozano Alarcón tiene toda la razón cuando expresó lo anterior. Pero habló como si lo que describe no sucediera porque la autoridad no asume su obligación de hacer cumplir la ley.
Es increíble que frente a esta tragedia se pretenda manipular las cosas para sacarle provecho personal o político. Parece que el funcionario trata de amortiguar el impacto que este accidente pudiera tener en sus aspiraciones a ser el candidato del PAN a la Presidencia de la República.
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