Para los panistas de Tamaulipas, la elección del nuevo presidente del Comité Directivo Estatal es un proceso que seguramente no terminara sin dificultades, como ha ocurrido anteriormente en este tipo de procesos internos.
El simple hecho de que se hayan registrado ocho candidatos para ocupar ese cargo es un síntoma de que las cosas no andan bien entre ellos. Lo menos que puede esperarse es que la elección empiece yéndose a una segunda vuelta.
Lo peor es que el actual dirigente estatal con licencia, Francisco Garza de Coss, solicitó su registro para buscar reelegirse, aunque las condiciones no le son del todo propicias debido a que por su falta de inteligencia política provocó un desorden interno.
De carácter intolerante no dudó en utilizar a conveniencia su atribución estatutaria para sustituir comités municipales por delegaciones o enderezar procedimientos de expulsión contra aquellos que abiertamente lo criticaban.
Estas acciones represivas tuvieron como propósito allanarse el camino pero el actual dirigente estatal panista no consideró algo elemental: que implicaban el riesgo de provocar más fracturas internas. Esta acciones impulsivas son producto de su imposibilidad de ver escenarios de largo plazo.
Garza de Coss nunca entendió que su llegada a la presidencia del PAN en Tamaulipas fue meramente circunstancial. Que en su elección confluyeron todos los intereses que trataban de cerrarle el paso al grupo del ahora director general de la CORETT, Francisco García Cabeza, que intentaba conservar el control del partido.
Quienes lo encumbraron desatendieron aquella sentencia que reza: “Si quieres conocer el carácter de un hombre, dale poder”. El ladrillo panista lo hizo terminar de perder la mesura. Su falta de ideas, su incapacidad política y su proclividad para buscar provecho personal, lo pusieron en la ruta de la confrontación con sus correligionarios.
Muchos son los militantes del partido que además lo acusan de haber llevado al PAN al desastre debido a que se enredó en cuestionables negociaciones con el PRI, de las que obtuvo grandes ganancias a cambio de dejar a su partido en condiciones ventajosas para el tricolor.
Como colofón de su periodo al frente de Comité Directivo Estatal está envuelto en el escándalo desatado por las denuncias penales en su contra por falsificación de documentos fiscales para apropiarse de los recursos del partido. Parece que se registró ateniéndose a la sentencia "más vale malo conocido que bueno por conocer"
Aunque aparentemente ya no tiene el respaldo de prominentes panistas que hace tres años dieron línea para que los consejeros estatales afines a ellos votaran para elegirlo presidente del partido, se dice que cuenta con el apoyo de varios miembros del Consejo Estatal que actúan mas en función de los beneficios personales que han obtenido de él, que por considerar provechosa su reelección para el partido..
Los panistas enfrentan un enorme reto que debe trascender los intereses focalizados que algunos grupos tienen sobre la representación legal del partido en Tamaulipas. Por el ambiente que se cierne sobre la asamblea extraordinaria del 11 de junio, se ve que están repitiendo los mismos errores.
Seguramente la asamblea será complicada, pero lo peor que puede pasarles es una reelección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario