El ex candidato al gobierno de Tamaulipas por el Partido Convergencia, Alfonso de León Perales, es un personaje como muchos que abundan en la actividad política: ambicioso, carente de coherencia, dispuesto a todo por conseguir sus propósitos, mudable, presuntuoso y pródigo en la auto alabanza excesiva.
Luego de fracasar en su intento por ser candidato del PRI a la presidencia municipal de Reynosa en el 2004, se volvió instrumento de una estratagema de ese partido que lo convirtió en candidato del PAN a una diputación local por este municipio y que finalmente ganó.
Esa diputación fue la única que perdió el PRI en el estado y permitió que la ahora senadora de la República, Amira Gómez Tueme, la primera en la lista de candidatos del tricolor por la vía de representación proporcional, llegara a Congreso de Tamaulipas y se convirtiera además en presidenta de la Junta de Coordinación Política de esa representación popular.
El triunfo de De León Perales fue producto de una negociación del entonces gobernador Tomás Yarrington con el gobierno federal, que incluyó como presa principal que el PAN ganara la elección de Ayuntamiento en Reynosa.
De ahí en adelante “Ponchito” perdió la mesura. Inmediatamente se olvidó de las circunstancias políticas que propiciaron su candidatura y su triunfo en la elección de diputados, y que obraron a su favor para satisfacción de intereses ajenos.
Terminó creyendo que sus prendas personales lo llevaron al congreso.
En el 2007 quiso ser candidato del PAN a la presidencia municipal de Reynosa. No lo dejaron y luego apareció como candidato de una coalición formada por el Partido de la Revolución Democrática y el Partido del Trabajo.
Con una confianza desmedida e inmotivada en sí mismo, tuvo la puntada de empezar a distribuir cosas que malamente escribe, que él llama poemas, como parte de su campaña política.
Aun con estas peculiaridades que provocan que muchos lo vean con sorna, lo persiguen los rumores de que, aun con su escaso capital político, recibió varios millones de pesos del PRI para salirse del PAN e irse como candidato perredista para restarle votos al candidato panista. La eleccion la ganò el tricolor
En la elección federal del 2009 fue candidato a diputado federal por el PRD, que gano el candidato del PRI.
En el 2010 lo hicieron candidato a gobernador por el Partido Convergencia, elecciòn en la que obtuvo 12 mil 336 votos, el 1.1 por ciento de los votos validos en esa elección.
En el 2010 lo hicieron candidato a gobernador por el Partido Convergencia, elecciòn en la que obtuvo 12 mil 336 votos, el 1.1 por ciento de los votos validos en esa elección.
Ahora recientemente intentó meterse a la elección del presidente estatal de Convergencia. Como no obtuvo delegados para la asamblea estatal, este fin de semana pasado sin recato apareció en un mitin que Andrés Manuel López Obrado encabezó en la capital tamaulipeca.
Desde ese día se dice uno más de los firmes convencidos seguidores de Morena. El tipo es toda una paradoja: su constancia para buscar satisfacer sus propósitos provoca que en lo político sea inconstante.
Entre los perversos que crean sus pequeños engendros y los veleidosos y oportunistas como éste, no hay a quien irle tratando de identificar quienes degradan aun más la empobrecida opinión que tiene la gente de los políticos.
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