miércoles, 4 de mayo de 2011

LUEBBERT: ¡OTRA DE VAQUEROS, POR FAVOR!

El ex alcalde de Reynosa, Oscar Luebbert Gutierrez, recién justificó las leoninas cláusulas del contrato que en abril de 2010 a nombre del Ayuntamiento firmó a favor de la empresa Promotora Ambiental  como parte de la extensión de la concesión para la prestación del servicio integral de limpieza en la ciudad.

Esas cláusulas facultaron a la empresa para colocarse sobre las atribuciones constitucionales del Ayuntamiento ya que le dieron la potestad de suspender el servicio en caso de falta de pago por parte de las autoridades, cosa que ocurrió a mediados de diciembre del año pasado, cuando la empresa reclamaba un adeudo millonario que se acumuló por casi seis meses.

Con su firma Luebbert Gutierrez, puso a la concesionaria muy  por encima del interés público.  A casi cinco meses de que PASA suspendió totalmente el servicio, el conflicto con las nuevas autoridades municipales continúa entrampado.

Al reaparecer públicamente en un acto político, Luebbert Gutiérrez cuestionado sobre esa parte del contrató que le firmó a PASA, dijo que posiblemente fue una omisión no prever una situación como la que se padece en Reynosa por la decisión de la concesionaria de no recoger la basura en la ciudad.

“No se previeron circunstancias como la que sucedió… (Esas clausulas) no sé cómo están determinadas o indeterminadas. Pudo haber sido una omisión o nunca se espero ese escenario por parte de quienes estuvieron revisando la parte técnica del contrato...”   justificó.

Lo que se asienta en un contrato establece supuestos que se materializan por las acciones u omisiones de las partes comprometidas en el documento.   Las penas convencionales que, por ejemplo, se establecen en una relación contractual son la previsión de un escenario de incumplimiento de una de ellas.

El hecho de que el municipio dejara de hacer los pagos por la prestación  del servicio concesionado a la empresa implicaba que esta hiciera uso de las facultades que las autoridades convinieron con ella para que suspendiera parcial o totalmente la recolección como medida coercitiva de cobranza.

Lo peor es que se sentaron las condiciones para que PASA, como lo hizo, tuviera preeminencia sobre las atribuciones constitucionales del Ayuntamiento y en consecuencia del interés público que implica la prestación del servicio. 

Todo con la voluntad del ex alcalde, que fue uno de quienes firmaron representando al gobierno municipal.  A la firma del contrato todos los involucrados sabían perfectamente las implicaciones  de esas abusivas cláusulas.

Que no nos vengan, como dice el refrán, con que “A Chuchita la bolsearon”

Con sus declaraciones sobre el tema, Luebbert Gutiérrez afrenta la inteligencia de los reynosenses 

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