lunes, 16 de mayo de 2011

EL ENDURECIMIENTO VERBAL DE CALDERON

Creo que debemos preocuparnos por el ánimo con el que el  presidente Felipe Calderón recibe las críticas que se hacen a su desempeño al frente del Poder Ejecutivo.

En una reunión que tuvo la semana anterior con funcionarios federales, desde secretarios de estado hasta directores de dependencias de la Presidencia de la República, en un largo discurso para presentar su visión sobre los casi cuatro años y medio de su gobierno, el primer mandatario asumió una  postura no solo de negación sino de rechazo a sus críticos.

En la primera parte, pidió a los funcionarios del gobierno federal convertirse en promotores de los logros que, dijo, se han alcanzado durante su mandato.   Luego señaló que han recibido muchas difamaciones y ataques a la labor que realizan.

Tratando de matizar estas afirmaciones dijo: “Puede haber, sin duda, muchos o algunos que tengan razón y justeza, pero muchos, muchos otros, y los más, estoy seguro que no la tendrán”.

Que si hay quienes atacan a Calderón, lo difaman o ambas cosas, es cierto. Eso es obvio, especialmente entre sus contrincantes de otros partidos.  

En el contexto del cada vez mayor enrarecimiento del ambiente político por la cercanía de la elección presidencial  Calderón, su partido y su gobierno serán el blanco de todo tipo de descalificaciones.

Eso es parte inherente de la actividad política. 

Sin embargo la reacción del presidente es desproporcionada, particularmente porque ordenó a los funcionarios federales a salir a defender a su gobierno, porque, precisó “la ciudadanía tiene derecho a la verdad también”.

Como si este país estuviera repleto de incapaces. Como si el resto de la población no pudiera asumir sus propios juicios sobre lo que pasa en el país.

En todo caso irán a la calle con la verdad de ellos, la de los panistas en el gobierno.

El mensaje de Calderón es una respuesta también al creciente rechazo hacia su estrategia en contra de la delincuencia organizada.   En su discurso hizo una incomprensible alusión a Winston Churchill para decirse “acosado y señalado en medio de un mar de titubeos, de una corriente de opinión titubeante…”

Digo incomprensible porque no hay elementos para comparar las circunstancias históricas  del político inglés durante la Segunda Guerra Mundial con las que atraviesa el gobierno calderonista.    

El símil creo que tampoco  tendría mayor validez Incluso si hubiera  buscado un personaje de la historia mexicana para usarlo como ejemplo para reforzar sus argumentos.  Lo usó para desacreditar a quienes lo examinan y lo califican mal.

Lo verdaderamente importante del mensaje, es el endurecimiento de su discurso  frente a  aquellos que lo reconvienen.  Es la actitud de rechazar los señalamientos negativos que se hacen sobre su política de seguridad.   Que se niega a entender que si bien hay quienes efectivamente lo infaman, otra parte de la sociedad tiene reclamos muy justificados hacia él.

No puede etiquetar a todos por igual.  No debe confundirse y creer que todos los que lo  juzgan tienen intereses aviesos.    

Entre eso y un manotazo de poder no hay mucho trecho.

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