martes, 10 de julio de 2012

CALDERON: INACEPTABLE COMPRA DE VOTOS, ¿EN TAMAULIPAS TAMBIEN?


Tras el escándalo desatado por las acusaciones, antes y después del primer domingo de julio,  sobre la compra de votos que se le achaca al PRI para apuntalar el triunfo de Enrique Peña Nieto, hasta el presidente Felipe Calderón se metió al tema calificando como “inaceptable” esa práctica.

A pesar de que inmediatamente después de que se conocieron los resultados de la elección presidencial, felicitó al ex gobernador del Estado de México, Calderón ahora se dijo preocupado por “las evidencias que van saliendo. Si me preocupa porque es un tema muy serio”.  

Como el cinismo es una de las características que distinguen a los políticos, con excesiva facilidad se muestran indignados por la paja en el ojo ajeno.    La compra de votos, que se hace mediante diversas modalidades y que envilece a todos los involucrados, es una práctica común en todos los partidos políticos.

Parece que al presidente  ya se le olvido que en el 2006 llegó al cargo gracias a la intervención de gobernadores priistas, entre ellos el de Tamaulipas Eugenio Hernández Flores,   y de la dirigente del SNTE, que el día de la elección pusieron en marcha una operación para acarrear gente a las urnas y así allanarle el camino a Los Pinos.

En el proceso electoral en curso se constató también que con tal de tratar de ganar, los políticos son altamente capaces de violar la ley como quedó de manifiesto con la filtración de la llamada telefónica en las que un empresario reconoce haber entregado 110 millones de pesos al dirigente nacional del PRD para la campaña de Andrés Manuel López Obrador,

Por el lado de los blanquiazules las cosas no fueron muy diferentes.  Por ejemplo ahí están los resultados electorales del domingo en  el estado de Tamaulipas, en donde el PAN ganó la elección presidencial, la senadurías de mayoría y seis de las ocho diputaciones.

Esos triunfos fueron el producto de varios factores, entre ellos el que los candidatos priistas fueron abandonados a su suerte,  pero preponderantemente fueron consecuencia de  la habilísima utilización de los programas sociales de gobierno federal

Esos programas fueron una herramienta estratégica para que al final casi todos los candidatos panistas derrotaran al PRI en el estado.

Con programas como Oportunidades a su disposición, ya que uno de sus subalternos es delegado de Sedesol en Tamaulipas, el ahora senador electo Francisco García Cabeza de Vaca desde meses antes de la elección construyó una poderosa plataforma para ganar la senaduría.

Tan eficiente resultó su estrategia que incluso influyó para que varios candidatos a diputados federales con muy escasos merecimientos personales y políticos, como los de los distritos de Nuevo Laredo, Reynosa y Rio Bravo, Glafiro Salinas Mendiola, Humberto Prieto Herrera y José Alejandro Llanas Alba,  respectivamente, también ganaran.

A pesar de que García Cabeza de Vaca aún perdiendo llegaría al senado,  utilizó todos esos medios a su alcance para llegar por la vía de mayoría relativa porque ser la única manera de ponerse en la punta de la carrera por la gubernatura en el proceso local del 2016.

Por eso, gracias a su personalísimo interés, Tamaulipas tendrá varios diputados de medio pelo.

miércoles, 4 de julio de 2012

MEXICO: POR 88 AÑOS DE MALOS GOBIERNOS


 El gobierno de Felipe Calderón concluirá  con más de 52 millones de mexicanos en situación de pobreza y casi doce millones en pobreza extrema.   Esta es una cifra que ilustra dramáticamente la desigualdad que existe en el país.

Sin embargo cuando sus detractores enfatizan esta terrible situación en la que viven esas personas, pareciera que olvidan que históricamente la pobreza ha sido uno de los lastres más pesados que arrastra la sociedad mexicana.  

A los gobiernos federales encabezados por el PAN, evidentemente de lo que si se les puede acusar es que fueron incapaces de centrar sus políticas de gobierno en la doctrina humanista que pregonan. 

Al llegar a Los Pinos los panistas  nunca pudieron o nunca quisieron  materializar uno de los conceptos que más cacarean de su doctrina política: “El reconocimiento de la eminente dignidad de la persona humana y, por tanto, el respeto de sus derechos fundamentales y la garantía de los derechos y condiciones sociales requeridos por esa dignidad”

Recibieron un país empobrecido por la injusticia social y lo empobrecieron aun más y profundizaron las desigualdades existentes.

Esos 52 millones de pobres son la suma de las perversas políticas implantadas en México desde la década de los ochenta.  Los doce años del panismo en el gobierno federal  no representaron mayor diferencia.  Fueron la extensión del atroz régimen económico impuesto a los mexicanos.    

Al ocupar el Poder Ejecutivo quedaron atrás los encendidos discursos que hacían de la “persona humana” el centro del ideario panista

¿Acaso la política de contención salarial que sostuvieron Calderón y Fox, con sus dos pesos de aumento al salario mínimo diario este año por ejemplo, no contribuyó a alejar más a la población del ideal albiazul del “desarrollo humano y social “ que exaltan en sus documentos básicos?

La docena panista concluirá con un terrible saldo social. Lo peor es que a partir del primero de diciembre pocos cosas cambiaran.  Nada extraordinario sucederá.  

¿Quién puede pensar sensatamente en una refundación del país?  ¿Quién puede creer que los trabajadores, que han sostenido la economía nacional con su constante y degradante empobrecimiento, realmente obtendrán mejores ingresos?

martes, 3 de julio de 2012

EPN: ¿REGRESA EL VIEJO PRI, ACASO SE FUE?


El domingo anterior, finalmente el PRI logró su retorno a Los Pinos.  Llega rodeado de un ambiente de rechazo y descalificación, principalmente a través de las redes sociales, por parte de quienes consideran que Enrique Peña Nieto -incluso él refirió que no hay “regreso al pasado”- representa el resurgimiento de lo peor del sistema priista.

Esa es una idea razonable aunque quizá con un enfoque equivocado.

Después del año dos mil, sin la verticalidad abusiva y brutal del presidencialismo surgió el  empoderamiento de  los gobernadores priistas que ya sin el control central encima de ellos se extraviaron en una bacanal de poder.

Lo que se vivió después de la llegada de Fox a la presidencia de la República, fue una escandalosa regionalización de la prepotencia que caracterizó los mandatos de los presidentes priistas. Sin nadie que los atropellara, los gobernadores tricolores de la alternancia se convirtieron en dueños y señores de sus territorios.

Los mandatarios locales priistas dieron muestras plenas de que los vicios de la cultura priista tienen raíces profundas. 

El saqueo del erario, el control y la manipulación sobre los otros poderes locales,   la persecución y la represión como instrumentos de venganzas políticas y el manejo abusivo y patrimonialista de los intereses públicos son parte de los rasgos característicos del mal llamado “viejo PRI”, que siguen más vivos que nunca.

Humberto Moreira Valdez, Mario Marín Torres, Tomás Yarrington Ruvalcaba, Eugenio Hernández Flores e incluso el propio Peña Nieto, todos gobernadores durante la afortunadamente breve estancia panista en Los Pinos, cargan sobre si acusaciones por graves actos contra el interés público.