El senado de la República impuso la Medalla de Honor Belisario Domínguez a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en un justo reconocimiento a su trascendental papel en el proceso de democratización del país.
Un hombre de principios cuya congruencia política debiera avergonzar a la caterva en la que se ha convertido el Partido de la Revolución Democrática. Un político que no puede ser considerado ya como líder moral de los perredistas porque estos están sumidos en la inmoralidad de sus ambiciones de poder.
En su mensaje de agradecimiento por la distinción que recibió, en forma breve pero muy clara Cárdenas Solórzano describió la terrible situación que padece el país. En el tono moderado que le caracteriza, con el presidente Calderón presente habló de la necesidad de una transformación política que saque al país del marasmo en que se encuentra.
El ex gobernador de Michoacán resaltó que la sociedad mexicana es una de las que concentra mayor desigualdad en el mundo, que “en los tiempos recientes” la pobreza se ha incrementado, que el desempleo ha aumentado en los últimos años.
El mensaje de Cárdenas seguramente incomodó al presidente Calderón porque definió lo que desde su punto de vista es necesario para que México sea el país que, dijo, la mayoría de los mexicanos desean que sea.
Fue contundente al afirmar que “este no es ni puede ser el destino fatal de nuestra patria”. Estamos ciertos que podemos tener otras condiciones de vida y otras perspectivas para el desarrollo pero paras ello es indispensable que desde el estado se instrumenten políticas con el claro propósito de recuperar un desarrollo de amplias repercusiones sociales.”
Dijo que “el cambio empieza porque haya voluntad política en los funcionarios y en las instituciones responsables de las decisiones en materia de decisiones de las políticas del estado”.
A renglón seguido planteó: “Habrá que ver si la hay en el futuro inmediato”. Con esta frase puso en perspectiva la elección de julio y su visión sobre la incapacidad del gobierno federal para recomponer la situación en el corto plazo
“Pero suceda lo que suceda habrá que insistir en que la situación prevaleciente resulta insoportable e inadmisible. porque genera tensiones y eleva los riesgos de mayor descomposición y atraso”.
Sin mencionarlo directamente, con otra frase que acompañó al párrafo anterior, enfatizo la menguante capacidad del presidente Calderón: “el cambio es realizable y que es indispensable empezar ya caminar hacia adelante.”
Como parte del contexto de su participación de casi 25 años en la búsqueda de la democratización del país habló de la brutal represión durante los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, que derivó en el asesinato de 600 luchadores sociales.
Francamente la estatura política y moral del ingeniero Cárdenas está lejos, muy lejos de la de sus compañeros de partido y en general de muchos políticos y funcionarios públicos. Si pudieran, si tuvieran esa capacidad todos ellos deberían avergonzarse.
