miércoles, 4 de julio de 2012

MEXICO: POR 88 AÑOS DE MALOS GOBIERNOS


 El gobierno de Felipe Calderón concluirá  con más de 52 millones de mexicanos en situación de pobreza y casi doce millones en pobreza extrema.   Esta es una cifra que ilustra dramáticamente la desigualdad que existe en el país.

Sin embargo cuando sus detractores enfatizan esta terrible situación en la que viven esas personas, pareciera que olvidan que históricamente la pobreza ha sido uno de los lastres más pesados que arrastra la sociedad mexicana.  

A los gobiernos federales encabezados por el PAN, evidentemente de lo que si se les puede acusar es que fueron incapaces de centrar sus políticas de gobierno en la doctrina humanista que pregonan. 

Al llegar a Los Pinos los panistas  nunca pudieron o nunca quisieron  materializar uno de los conceptos que más cacarean de su doctrina política: “El reconocimiento de la eminente dignidad de la persona humana y, por tanto, el respeto de sus derechos fundamentales y la garantía de los derechos y condiciones sociales requeridos por esa dignidad”

Recibieron un país empobrecido por la injusticia social y lo empobrecieron aun más y profundizaron las desigualdades existentes.

Esos 52 millones de pobres son la suma de las perversas políticas implantadas en México desde la década de los ochenta.  Los doce años del panismo en el gobierno federal  no representaron mayor diferencia.  Fueron la extensión del atroz régimen económico impuesto a los mexicanos.    

Al ocupar el Poder Ejecutivo quedaron atrás los encendidos discursos que hacían de la “persona humana” el centro del ideario panista

¿Acaso la política de contención salarial que sostuvieron Calderón y Fox, con sus dos pesos de aumento al salario mínimo diario este año por ejemplo, no contribuyó a alejar más a la población del ideal albiazul del “desarrollo humano y social “ que exaltan en sus documentos básicos?

La docena panista concluirá con un terrible saldo social. Lo peor es que a partir del primero de diciembre pocos cosas cambiaran.  Nada extraordinario sucederá.  

¿Quién puede pensar sensatamente en una refundación del país?  ¿Quién puede creer que los trabajadores, que han sostenido la economía nacional con su constante y degradante empobrecimiento, realmente obtendrán mejores ingresos?

No hay comentarios: