martes, 5 de mayo de 2009

PEÑA FLORES: EL CANDIDATO GOLONDRINO

El candidato del Partido Acción Nacional a la diputación federal por el 02 Distrito de Tamaulipas, que abarca gran parte del municipio de Reynosa, Gerardo Peña Flores, regresó a Reynosa tras refugiarse en la capital del país luego de que no pudo ser alcalde de esta frontera.

Se dice sensible a la problemática de Reynosa, por cierto siempre se refiere a la ciudad como si los ejidos no existieran en el municipio, como si no importara que desde hace año y medio radica en la capital de la república.

Nada más perder la elección de Ayuntamiento como candidato a la presidencia municipal en el 2007, inmediatamente buscó cobijo y trabajo en el Distrito Federal. Primero le buscaron chamba en la Secretaría de la Función Pública: luego encontró acomodo como responsable del área de control interno de Proméxico, un organismo dependiente de la Secretaría de Economía. En esta última oficina gubernamental laboró hasta fines del mes de marzo cuando fue designado candidato por el CEN del PAN.

¿Cómo, luego de que se alejó completamente del municipio, pretende aparentar que está preocupado por los problemas de sus habitantes? Su frase de campaña resulta hasta ofensiva para quienes viven aquí.
Su publicidad reza algo así como “Por una Reynosa libre y segura”. ¿Libre de quién? ¿Libre de qué? Peor aún ¿Acaso pretende asumirse como un libertador? Rollo político y nada más. Palabrería hueca de publicistas.
La potestad del CEN del Pan para designar candidatos, llevó a su postulación. Si se revisa su caso con cuidado parecería que lo metieron con calzador. Peña Flores podría enfrentar complicaciones si alguien cuestiona su elegibilidad porque podría haber perdido su vecindad en Tamaulipas.
Es obvio que en el montón de solicitudes de registro de todos los candidatos que presentó el PAN ante el Consejo General del IFE, su expediente estuvo acompañado de su credencial de elector con domicilio en Reynosa. Se cumplió con la forma pero no con el fondo.
Pero acá nadie desconoce que durante su desempeño como funcionario federal vivió en la capital del país. SU credencial de elector por sí sola no acredita su residencia efectiva que establece la constitución como requisito para ser diputado.
Habría que recordar que Peña Flores es un regio avecindado en Reynosa que se fue a vivir a México tras la elección de 2007. Hacia allá se mudó hace casi año y medio. Por tal circunstancia pudo haber perdido la vecindad y con ello no cumplir con los requisitos legales para ser diputado.

No podría acreditar su residencia efectiva de en Tamaulipas, ya que radicó de manera continua en el Distrito Federal desde fines de 2007 hasta el fines de marzo pasado, días antes de regresar a Reynosa como candidato a diputado federal por Reynosa. Estuvo ausente todo ese tiempo.
La ley señala que la única circunstancia que impide que se pierda la vecindad por ausencia es cuando alguien desempeña un cargo de elección popular. Si le rascan ahí podrían meterlo en un embrollo.
Pero más allá de las cuestiones legales se convirtió en un candidato golondrino. Se fue y no volvió hasta que le convino. Su único interés por Reynosa es que ahora puede servirle como trampolín para llegar al congreso. Es eso y nada más. Vuelve para sacar provecho.
Por cierto para tratar de acomodarse en San Lázaro echó mano de lo que tuvo a su alcance. Por eso está arropado por el equipo cercano del nefasto ex alcalde reynosense Francisco García Cabeza de Vaca, al que no ha dejado de pertenecer.

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