miércoles, 18 de abril de 2012

EL ZAFARRANCHO POR LOS COMPROMISOS INCLUMPLIDOS, ¿POR QUIEN?

Desde hace días el PAN inició una profusa campaña de desprestigio en contra de una de las líneas centrales de la promoción electoral de Enrique Peña Nieto, a quien sus publicistas tratan de presentar como un político que tiene la virtud de cumplir sus compromisos.

De hecho el asunto se convirtió en un tema estratégico para los dos partidos ya que el PRI resintió el golpe y pronto respondió convocando al PAN a lo que llamo la “Mesa de la verdad”, para confrontar la información que los panistas difunden sobre los compromisos que aseguran Peña Nieto no atendió durante el sexenio en el que estuvo al frente del gobierno del Estado de México.

Como esa estrategia de campaña le rindió buenos resultados electorales cuando buscó gobernar esa entidad, Peña Nieto la recicla ahora como candidato a la presidencia y la usa tal como entonces, básicamente como herramienta de propaganda

La decisión del candidato de la Coalición Compromiso Por México de firmar documentos notariados dizque obligándose a realizar acciones de gobierno, en realidad no pasa de ser una manifestación unilateral de su voluntad sin ninguna trascendencia legal, aunque como ya vemos si con un efecto mediático muy importante.

Por eso, los esfuerzos del PAN se han concentrado en tronar la imagen pública que el ex gobernador mexiquense pretende construir a nivel nacional en esta campaña electoral, mientras que los estrategas del tricolor se esfuerzan por controlar los daños provocados por la agresión albiazul.

Perdidos en lo inmediato los panistas han rebajado aun más el nivel de la contienda por esa intención de ganar terreno desacreditando a quien de seguir las tendencias como hasta ahora ganará la elección presidencial.

Además de exhibirlo como un incumplido, en los anuncios que ordenaron para destruir la base de su campaña política también lo tildan de mentiroso.

Pretenden remontar la considerable ventaja que Peña Nieto tiene sobre Josefina Vázquez Mota con la idea de que la gente perciba, no que ellos son muy buenos, sino que Peña Nieto no lo es.

Aquí el asunto no se trata de si se firman o no compromisos. Habría que recordar que la candidata del PAN formó parte del equipo de un presidente que lejos de cumplir con sus promesas de campaña actuó como si hubiera ofrecido lo contrario.

¿Dónde esos empleos bien pagados de los que habló Calderón en el 2006? ¿En que quedó su propuesta de bajar impuestos a quienes generan riqueza con su trabajo o con sus inversiones? ¿Acaso podemos salir a las calles con tranquilidad porque mejoró la seguridad, como afirmó siendo candidato?

El presidente no le puso su firma a ningún documento con fe notarial, pero a fin de cuentas nada de lo que dijo se cumplió. Los panistas entonces tendrían que endilgarle los mismos calificativos que al candidato presidencial del PRI-Verde.

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