martes, 10 de mayo de 2011

LAS FOSAS DE DURANGO Y DE SAN FERNANDO


El manejo periodístico que se ha dado al hallazgo de las fosas de San Fernando, Tamaulipas y las que se descubrieron en el estado de Durango,  es notoriamente distinto.   Mientras que  lo sucedido en San Fernando  se utiliza incluso para denostar al estado,  lo ocurrido en Durango  ha sido informado  menos escandalosamente.

Hasta el presidente Felipe Calderón se sumó a esas descalificaciones cuando el 4 de mayo pasado en su mensaje sobre la seguridad, de manera muy enfática se refirió precisamente a lo que pasó en San Fernando.   

Aun con la indignación que podemos sentir por lo ahí sucedió, me parece que  sustentar su discurso en defensa de su estrategia contra el crimen organizado destacando ese caso, fue mezquino de su parte.  

Son enfoques parciales e incluso dolosos.  Nadie en su sano juicio puede negarse a reconocer  la gravedad de la situación de inseguridad que se vive en Tamaulipas.   Sin embargo es preocupante que se den estas malintencionadas diferenciaciones.

Todo lo que ocurre en el país es parte de un mismo problema. Nada esta desvinculado.  La inseguridad que priva en casi todo los estado de la república tiene raíces comunes.   Hay expresiones brutales de violencia como en San Fernando, pero en el fondo las causas son las mismas de la que se registra en otras regiones.  

Lo que haga o deje de hacer el gobierno en un estado modifica las circunstancias locales, pero no afecta necesariamente el contexto general del problema. De ahí precisamente las críticas a la estrategia del presidente Calderón.

De la cobertura noticiosa puede esperarse cualquier cosa.


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