martes, 18 de octubre de 2011

ALCALDE TAMAULIPECO DETENIDO: ¿EL PRIMERO O EL ULTIMO?

Luego de meses de especulaciones sobre acciones legales en su contra por malos manejos del erario público, finalmente el ex alcalde de Tampico, Oscar Pérez Inguanzo, fue detenido por denuncias presentadas por el Auditor Superior del Estado, Miguel Salman Álvarez.

De acuerdo con un boletín de la procuraduría estatal el ex presidente municipal tampiqueño está acusado de ejercicio indebido de funciones públicas, coalición de servidores públicos y uso indebido de atribuciones y facultades.

La primera acusación resulta extraña porque se refiere a conductas realizadas por quien no tiene las atribuciones para ejercer un empleo público, ya sea por no haber tomado posesión o por haber cesado su encargo.

Sin embargo lo importante es que la fama pública sobre sus pillerías y excesos no queda solo como parte del vergonzoso anecdotario sobre la corrupción que imperó en muchos ayuntamientos del estado.

Obviamente la captura de Pérez Inguanzo, quien radicaba ya en Estados Unidos, a pesar de que mucha gente no la descartaba provocó un escándalo político.

Al mismo tiempo provocó la expectativa de acusaciones semejantes en contra de otros ex alcaldes tamaulipecos que en diciembre pasado terminaron su encargo en un ambiente de descalificación pública por el saqueo cometido a las arcas de sus municipios.

Mediante burdas maquinaciones, que pocos desconocen cómo se realizan, robaron a manos llenas. Como se dice coloquialmente: se hincharon de billetes.

Las sospechas fundadas de haber convertido el presupuesto en un botín a su total disposición y la de algunos de sus principales colaboradores, persiguen a esos ex servidores públicos.

Pero todos sabemos que por su calidad de cínicos la recriminación moral les tiene sin cuidado.

Los ex presidentes municipales de Ciudad Victoria, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, por citar solo unos, desde antes de concluir su trienio a fines del 2010 eran acusados de malos manejos de la hacienda bajo su encargo. Así se fueron.

Igual ocurría con Pérez Inguanzo a quien hora también persigue la justicia.

¿A ellos cuando?

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