viernes, 14 de septiembre de 2012

EL PRI TAMAULIPECO Y SU COMANDANTE RASO



En una visita que hizo a Reynosa,  el dirigente estatal del PR, Ramiro Ramos Salinas mostró cuando menos un escaso nivel de comunicación sobre su interpretación  acerca de los desastrosos resultados que tuvieron en las elecciones federales del mes de julio.

Por si fuera poco su postura publica con relación a la responsabilidad que tiene como dirigente del tricolor, evidenció la manera tan simplista con que la asume.  Ramos Salinas se dijo ocupado en el trabajo interno en el PRI y que no lo hacía con lo que sucede en otros partidos.

El dirigente señaló que  los principales factores que influyen en los resultados de una elección son: el desempeño del gobierno, la estructura del partido y el perfil del candidato. Sin embargo no fue capaz de aclarar sobre la base de esa afirmación que fue lo que  provocó que perdieran la elección presidencial, seis de las ocho diputaciones  federales y las senadurías de mayoría.

Aunque él asumió el cargo para sustituir  al perdedor de esa batalla, Lucino Cervantes Durán, quien nunca pudo remontar su nivel de burócrata partidista,  se supone que la calidad de  la información que tiene no debería ser tan superficial.   

Con sus declaraciones dejó  la impresión de que el  operativo que convirtió los programas sociales del gobierno federal en la herramienta electoral que facilitó el triunfo de los candidatos panistas en Tamaulipas, les  había pasado de noche a los priistas.

Si tiene o no  ese nivel de información, la impresión que causó es que no y eso es lo que cuenta, aunque no debe descartarse que después del mea culpa que expresó el gobernador del estado tras la derrota priista en Tamaulipas, el dirigente del tricolor esté obligado a sujetarse a esa línea.

El problema que tiene es que demuestra que su capacidad de análisis es muy corta ya que  asegura que en la elección federal del primer domingo de julio ganaron en muchos municipios del estado.    

Desafortunadamente para él,  a la luz de los resultados eso no significa nada.  

Asegurar que no se ocupa de lo que ocurre en otros partidos es un gran contrasentido ya que  el suyo como los demás tiene como propósito llegar al gobierno. Las elecciones son la aduana forzada.  Lo que hagan en el terreno político y electoral es determinante. 

No es posible que Ramos Salinas diga que solo está concentrado en sus asuntos cuando está en puerta un proceso electoral en el que estarán en disputa el congreso y los 43 ayuntamientos de Tamaulipas.

Posiblemente sea una declaración pretensiosa para aparentar que no les da importancia a sus rivales. Una postura que generalmente asumen los políticos con la intención de minimizar a los otros partidos.  Una torpe manera de darse su taco.

Después de la vapuleada que les dio el PAN, para el PRI ocuparse cuando menos de lo que pasa en  este partido es una necesidad estratégica.

Si no lo ven así, pobre Ramiro. Pobre PRI 

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