lunes, 8 de agosto de 2016

PRIISTAS: SOBRE EL CUELLO DEL ALCALDE DE REYNOSA

La Segunda Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con sede en Monterrey, dejó firme la sentencia del Tribunal Electoral de TamaulipaS que validó los resultados con los que el Partido Acción Nacional ganó la elección de Ayuntamiento de Reynosa.

De la demanda llama la atención que los dirigentes del PRI y sus abogados, sin nombrarlo, acusaron al alcalde priista de Reynosa José Elías Leal de haber desviado recursos del municipio para favorecer al PAN en la elección del mes de junio.

Descabezado el sistema político priista en el estado, con un futuro incierto y consumidos seguramente por el resabio de la apabullante derrota que sufrieron, quienes promovieron la demanda de nulidad de la elección de Ayuntamiento en esta frontera se le fueron encima a su correligionario Elías Leal, señalándolo de haber actuado contra el candidato priista a presidente municipal.

Luego de la elección local, en la que el PRI perdió la gubernatura, el control del congreso local y más o menos la mitad de los ayuntamientos del estado, muchos priistas se duelen por lo que consideran traiciones políticas.

Los rumores de ese tipo son la comidilla del día entre ellos.

Sin embargo el señalamiento en contra del alcalde de Reynosa es directo. Es el único que de manera pública y específica plantea lo que muchos solo se atreven a comentar en privado.

El escrito de demanda de nulidad refiere que entre las irregularidades del proceso está lo que consideran una actuación ilegal de las autoridades municipales: "Utilización de recursos públicos que fueron desviados del municipio de Reynosa en favor del PAN y de la planilla que ganó, pues el candidato a primer regidor, Javier Garza Faz, se desempeñó en la coordinación de asesores en ese Ayuntamiento, lo cual lo vuelve inelegible".

En lo político este señalamiento resulta muy revelador e interesante, pero por varias razones careció de peso legal.

De la sentencia se desprende que esta aseveración, como todas las que se expresaron en la demanda, solo muestra el desacuerdo de los promoventes con los resultados de la elección. Nada más. 

El documento señala en cada una de las partes controvertidas que los priistas no allegaron elementos jurídicos eficaces que soportaran su pretensión.

Lo más gacho para los abogados del PRI es que los magistrados les machacaron que prácticamente todos sus argumentos consistieron en aseveraciones genéricas.


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