miércoles, 20 de abril de 2011

CALDERON Y LOPEZ DORIGA: MAS RESPETO POR FAVOR

El terrible impacto que ha causado el hallazgo de decenas de cadáveres sepultados clandestinamente en el municipio de San Fernando ha calado hondo en gran parte de la sociedad mexicana.

El caso ha provocado todo tipo de reacciones, algunas desafortunadamente de una ligereza insultante.  El periodista Joaquín López Dóriga, por ejemplo, escribe que el gobierno federal analiza la posibilidad de declarar “un estado de excepción con suspensión de garantías” en Tamaulipas.

La enorme conmoción provocada por lo ocurrido en ese municipio sin embargo no debe apresurar juicios.  Opiniones como la de López Dóriga, demuestran la superficialidad con que se tratan casos como este.  

Si, se trata de hechos brutales, nadie lo discute,  pero son derivados  de la inseguridad que padecemos y que no es privativa de Tamaulipas.

Nadie cuestiona que lo sucedido en San Fernando es terrible, pero en todo caso es una manifestación brutal de la perturbación de la paz pública que existe en muchas regiones del país. 

Es precisamente la perturbación grave de la paz pública, uno de los supuestos que establece la constitución federal para que el Presidente pueda suspender aquellas garantías que sean obstáculo para hacer frente rápida y fácilmente a una situación.

Ahora, la misma constitución establece una condicionante: que debe ser por un tiempo limitado.  Podemos inferir que en caso de una suspensión de garantías, el tiempo debe ser breve porque está vinculado al supuesto de que el estado pueda enfrentar rápida y fácilmente el problema.


En más de cuatro años el gobierno federal no ha podido con la grave inseguridad que asola el país, en buena parte causada por una estrategia basada exclusivamente en la fuerza del estado.  Me parece que la suspensión de garantías en alguna región del país no es con mucho una alternativa.

¿O qué? ¿Piensan basculearnos indefinidamente? ¿Pretenden meterse a nuestras casas el resto del sexenio?  ¡Por Favor! Los tamaulipecos merecemos respeto.

Difícilmente el gobierno tendría resultados distintos.

Por otra parte, decretar esa medida extraordinaria sería solo una consecuencia más del fracaso del gobierno para cumplir con su obligación de garantizar el derecho que todos tenemos a la seguridad pública.    

Otra de las irreflexivas posturas sobre el caso San Fernando es la que a través del Twitter mostró el presidente Felipe Calderón.  La brevedad del texto es de la misma extensión que tiene  su criterio.

Tras la detención de los presuntos responsables de los múltiples homicidios descubiertos en esa zona de Tamaulipas, Calderón subió una felicitación –muchas felicidades escribió- para las fuerzas armadas por la detención de ese grupo de personas.

En medio del dolor de tanta gente que sufre la pérdida de un familiar, de la penosa incertidumbre de muchos por no saber que les ocurrió o si pudieran estar entre las victimas encontradas en San Fernando, esa expresión está totalmente fuera de lugar.  

Qué forma tan macabra y grotesca de festejar.

1 comentario:

gabo dijo...

No podemos esperar mas de un dirigente, sea quien sea y del calibre que sea, qu despues de declarar una guerra al narco, muchos meses despues, encarga a su opaco gabinete de seguridad que elaboren, diseñen, planeen o lo que sea una estrategia para ese combate... ¡por favor que clase de zoquetes cree que somos los ciudadanos quienes sí ya nos dimos cuenta de lo espeso de la corrupcion, pendejadas aparte, en esta cruenta "lucha" (¿con que luchamos, con que nos defendemos si estamos inermes ante el tamaño de la barbarie?).
¡¡¡ por piedad si no pueden, que asi es, pidan ayuda en sistemas de inteligencia y combate... a quien sea y de donde sea...ya nos importa andar sin calzones, el chiste es que no nos violen.... carajo!!!!!. Gabo