miércoles, 29 de octubre de 2014

LOS POLITICOS ECHANDOSE CACA: ¿COMO? ¿A POCO?

La tragedia de Ayotzinapa  ha derivado en un vergonzoso reparto de culpas entre funcionarios y dirigentes de varios partidos, que además de embarrar en el escándalo a sus enemigos políticos,  parece  un intento desesperado por desviar la atención del verdadero  fondo de este terrible caso.

Ya se echaron a andar maniobras de control de daños para enfrentar la demoledora descalificación de la opinión pública nacional e internacional que ha sometido, principalmente, al estado mexicano a una tensión que no tiene precedente en nuestro país.

Como la salida de Ángel Aguirre Rivero del gobierno de Guerrero no logró despresurizar el ambiente de irritación causado por esos hechos, ahora los medios de comunicación se llenan con declaraciones políticas con descalificaciones que intentan acercar a otros a la recriminación pública que ha desatado el caso.

En medio de la cada vez mayor animosidad social por el nulo avance de las investigaciones, por ejemplo, el secretario de Gobernación  acusó al ex gobernador Aguirre Rivero de haber actuado con tal negligencia que propició que el ahora ex alcalde de Iguala se diera a la fuga.

Miguel Ángel Osorio Chong declaró que personalmente le había pedido  que diera órdenes para vigilar a José Luis Abarca “para que no se les fuera a ir”.

De esta manera, como si fuera a tener un efecto real en las indagatorias ministeriales sobre la desaparición de los estudiantes normalistas, el funcionario deslindó al gobierno federal de la responsabilidad por la huida del ex alcalde igualteco.

La andanada de imputaciones mutuas abarca también el plano de lo subjetivo. Ahora medio mundo se acusa por haber tenido trato con el expresidente municipal de Iguala y con su esposa.  Del tamaño del miedo al daño que les pueda provocar a su imagen  ha sido la vehemencia con la se deslindan de la pareja.

En este obsceno enfrascamiento participan diversos actores políticos que parece que lo único que buscan es hacerse el mayor daño posible. A muchos de los que participan en esta disputa lo que menos les importa son los asesinatos y las desapariciones.

Figuras prominentes del PRI, PRD y Morena intercambian acusaciones, hasta ahora,  subjetivas que no tienen más propósito que desprestigiarse recíprocamente.


Por lo que hemos observado en la evolución de esta crisis, entre los políticos si existe un interés común: el suyo propio. 

No hay comentarios: