lunes, 13 de julio de 2015

EL CHAPO: EL SUELO SIN CERTIFICAR

El secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong dio un mensaje a los medios de comunicación sobre la fuga del Joaquín El Chapo Guzmán, refiriéndose a las acciones de investigación para el esclarecimiento de los hechos y su recaptura.

El funcionario federal hizo una muy detallada descripción de las medidas de vigilancia que existen dentro y fuera del penal del Altiplano. Osorio Chon refirió que ese lugar opera “bajo estricto cumplimiento” de los protocolos de seguridad y estándares internacionales requeridos para penales de alta seguridad.

En su intervención incluso puntualizó que las instalaciones están certificadas por la Asociación de Correccionales de América.

Luego detalló los sistemas de control del penal. Habló de la video vigilancia “con más de 750 cámaras”, de los puntos de revisión, de la barda perimetral, de la existencia de un operativo adicional de vigilancia en el exterior en el que participan elementos del ejército y de la policía federal.

Sea cual fuera la intención de tan precisa relación sobre  todos los elementos que componen las medidas de control interno y externo del Cefereso del Altiplano, lo que logró el funcionario es magnificar la idea que tiene la población sobre la fragilidad estructural del sistema carcelario y de la instituciones de seguridad pública.

Nada de lo que dijo el también ex gobernador de Hidalgo abonará para disminuir el descrédito que la fuga de Guzmán Loera provocó al gobierno mexicano. Ni siquiera lo que dijo acerca de que en razón del respeto a la privacidad y los derechos humanos,  la vigilancia -permanente, en tres turnos las 24 horas, desde el propio penal y del centro de control de la Policía Federal- tenía dos puntos ciegos.

Resaltó que aprovechando estos lugares sin vigilancia, El Chapo “logro fugarse a partir de una estrategia que pudiera evadir todos los sistemas de seguridad diseñados conforme a estándares internacionales. Lo hizo de manera subterránea”.  Todo lo expresado por el secretario de Gobernación pudiera resumirse en pocas palabras: el suelo del penal no estaba certificado.

Antes de anunciar que prácticamente todo el aparato de seguridad del gobierno estará concentrado en la localización y recaptura del Chapo, Osorio Chong dijo lo que la gente da por un hecho. Indicó que Guzmán Loera “tuvo que haber contado con la complicidad del personal y/o funcionarios” del penal

El secretario anunció el cese de varios servidores públicos cuyas responsabilidades tenían que ver con el sistema carcelario del país, incluido el director del penal. Sin embargo, las expectativas de la gente van mucho más arriba.

Este incidente inmediatamente provocó un alud de descalificaciones contra el presidente Enrique Peña Nieto. Dentro y fuera del país esta escandalosa fuga puso en grave entre dicho al gobierno mexicano. 

Las redes sociales están atestadas por ataques en su contra. Desde que se conoció la fuga de Guzmán Loera, los señalamientos han subido de tono. El mandatario es objeto de incisivas burlas, principalmente a través de los famosos “memes”

Estos hechos son un nuevo indicativo de hasta donde la corrupción y la impunidad han penetrado las instituciones de gobierno, principalmente las encargadas de la seguridad pública. Muestran como, frente a la debilidad del estado mexicano, los grupos delictivos prácticamente se han enseñoreado del país.

Eso, aunado a la descomposición social que han generado esos grupos, ahora nos ha puesto en un escenario realmente escalofriante.

No hay comentarios: