lunes, 17 de octubre de 2016

REYNOSA: CACHIRULES EN LA NOMINA MUNICIPAL

Desde antes de tomar posesión de su cargo  el primero de octubre, en múltiples ocasiones la alcaldesa de Reynosa Maki Esther Ortiz Domínguez insistió en que privilegiaría lo que llamó “los mejores perfiles” para integrar su equipo de trabajo en la presidencia municipal.

Desde el arranque de su administración ha habido problemas derivados del mal manejo que se les dio a algunos asuntos. El más importante surgió cuando se nombraron a los titulares de las secretarías del Ayuntamiento, Finanzas y de la Contraloría sin haber cumplido con todos los requisitos legales.

Eso evidenció fallas en el desempeño de sus colaboradores.

Hay otros casos en los que se observa que la designación de la presidencia municipal pudo estar influida por razones ajenas a los criterios que pueden identificar la idoneidad de las personas para los cargos que ahora ocupan.

Por ejemplo, el director de Recursos Humanos, César Bahena Molina es esposo de la Segunda Síndico del Ayuntamiento, Zita del Carmen Guadarrama Alemán.

Además de su condición de cónyuge de esta funcionaria, parece que en su designación también influyó que durante la campaña electoral se desempeñó como chofer de la ahora presidenta municipal, aunque eso  –hay que decirlo- implica que es alguien que goza de su confianza.

Aunque pude resultar criticable, en realidad todo lo anterior no es impedimento para que lo hayan incorporado a la plantilla laboral del municipio. El problema real es que hay elementos objetivos para asegurar que el nombramiento de Bahena Molina es improcedente ya que hace casi cinco años fue inhabilitado para ocupar cargos públicos por un lapso de diez. 

El ahora director de Recursos Humanos de la presidencia municipal de Reynosa trabajó en Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos.  En los archivos de la Secretaria de la Función Pública existen registros de varios procedimientos administrativos sancionatorios que se resolvieron en su contra.

En el 2008, el órgano de control interno de esa dependencia federal inició el expediente  ER-151/2008 en contra del ahora funcionario municipal.  Debido a una negligencia administrativa que se le imputó  le aplicaron una suspensión laboral de dieciocho días.

Tres años más tarde, el mismo órgano de control de Capufe integró el expediente ER-158/2011, en el que fue señalado por cometer actos legalmente considerados como abuso de autoridad.

La resolución del caso se emitió el 20 de octubre de ese año.  Ahí se determinó que había incurrido en tal conducta por lo que al ahora colaborador de la alcaldesa Ortiz Domínguez le impusieron una multa por 21 mil 56 pesos.  

Las sanciones incluyeron la destitución del puesto que desempeñaba y su inhabilitación para ocupar cargos públicos.

En el Sistema de Registro de Servidores Públicos Sancionados de la Secretaría de la Función Pública, aparece un resumen de dicho expediente. Se muestra que Bahena Molina fue inhabilitado diez años  para trabajar en el servicio público del 25 de octubre de 2011 al 21 de octubre de 2021.

A la vista de esos antecedentes, ya no es relevante si Baheza Molina tiene o no “el mejor perfil” para ocupar la dirección que le asignaron ya que legalmente está impedido para desempeñar ese o cualquier otro empleo pagado con recursos públicos.


Al menos por los próximos cinco años.

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