REYNOSA: EL ETERNO Y PELIGROSO PROBLEMA DE LA BASURA

En medio del reclamo generalizado porque desde varias semanas antes de iniciar la actual administración municipal de Reynosa, que está por  cumplir un mes en funciones, la recolección de basura estaba prácticamente suspendida, esta semana se anunció que de manera emergente el servicio se prestará con 20 camiones que cubrirán, se dijo, la mayor parte de la ciudad.

No se informó qué personas físicas o morales se contrataron para tal propósito pero si se conoció que no se renovó el contrato que las dos administraciones municipales anteriores tuvieron con la empresa  Reco que además de la recolección incluía la utilización de su relleno sanitario para el confinamiento de los desechos que recogían  esa y  otras compañías.

Esta decisión de las autoridades municipales implicará que toda la basura doméstica que se genera en la ciudad sea dispuesta en tiraderos a cielo abierto, principalmente en el que se ubica al sur de la ciudad, conocido como “Las Anácuas”.

Resolverán un problema social pero contribuirán al aumento del ya de por si grave deterioro ambiental generado por la disposición inadecuada de desechos.   

Propiciarán además el incremento de  los riesgos sanitarios que genera esta situación, que se agudizan frecuentemente porque ese lugar es incendiado para disminuir el volumen de desechos acumulados.

De acuerdo con estimaciones divulgadas en el “ Programa Estatal para la Prevención y Gestión de Residuos Sólidos en Tamaulipas”, en el 2014, con una proyección de constante crecimiento, en Reynosa se generaron 18 mil 800 toneladas mensuales de basura.

Según el documento, en el relleno sanitario de Reco se recibían 6 mil toneladas mensuales de residuos domésticos y 3 mil 570 de desechos provenientes de actividades industrial, comercial y servicios.

Aunque existe otro relleno que cumple con las especificaciones de la Semarnat para el confinamiento de basura –propiedad de la empresa Pasa- desde hace tiempo prácticamente dejó de operar.

Con esos antecedentes, se observa que con la participación de Reco en la gestión de la basura, apenas la tercera parte de la que genera la zona urbana de Reynosa era depositada en forma adecuada.

Con la contratación de nuevas empresas, que se dijo que en breve podrán operar 40 camiones recolectores en conjunto, el gobierno municipal de Reynosa pretende atender un justificado reclamo de la comunidad. 

Resulta obvio que cualquier falla en la prestación de los servicios públicos que afecta el entorno cercano de las personas genera mayor insatisfacción e inconformidad. 

Cuando esta afectación no es directa y personal la reacción suele ser menos intensa e incluso llegar hasta la indiferencia.

La presidencia municipal buscará entonces evitar que la basura se quede en las calles pero trasladará el problema ambiental y de salud a otro lugar.  

La gente ya no sentirá la incomodidad e irritación que les provocaba el hecho de que los desechos se quedaran en el exterior de sus domicilios. 

Ahora seguramente no sentirá preocupación por el destino que se les dé. 

La determinación de suspender el contrato para la utilización del único relleno sanitario que opera en el municipio definitivamente tendrá repercusiones negativas.

De entrada eso implicaría que las 72 mil toneladas de basura que se depositaban anualmente en ese sitio serán dispuestas a cielo abierto.

El problema será mayúsculo. Haciendo una proyección anualizada de la basura que genera la ciudad estamos hablando de más de 225 mil toneladas de desperdicios, la mitad de materia orgánica, pudriéndose a cielo abierto representando así una mayor amenaza para la salud publica en la región.

Es sencillo concluir que aún con la participación de esa empresa el problema de la disposición de desechos sólidos era muy grave. 

Ahora será mucho peor.

La contratación de varias empresas para la recolección sin considerar la utilización del relleno sanitario es una solución parcial y por tanto ineficaz.