Aun cuando legalmente ni a precandidato llega, el PRI en Tamaulipas ya tiene candidato al gobierno del estado para la elección constitucional del 4 de julio.
La convocatoria para la nominar al abanderado priista a la elección de gobernador señala el 30 de enero como la fecha de registro para los precandidatos, pero el mandamás tricolor tamaulipeco decidió que su ex secretario de salud desde el miércoles 20, a partir de la informalidad, del acarreo. fuera su candidato para la elección constitucional de quien lo sucederá..
La convocatoria establece las condiciones formales del proceso interno, pero la cargada la mandaron por la libre. Aunque el proceso interno del PRI implica un procedimiento legal, susceptible incluso de controversia judicial, el priismo tamaulipeco, mandos y tropa hombro con hombro, sin disimulo alguno, casi en tropel, se pronunció para que Torre Cantú sea su candidato.
A la tradicional usanza del tricolor, las “fuerzas vivas” arroparon al ex colaborador del gobernador Eugenio Hernández Flores. Aunque la convocatoria señala el 13 de marzo para la convención de delegados de la que saldrá el candidato, el “dedazo” se consumó desde ahora.
Torre llegará como “candidato de unidad” del PRI tamaulipeco, aunque esa figura solo exista en los mecanismos informales de control partidista. El método de convención de delegados que marcan los estatutos del PRI ha servido para justificarla y, obviamente, para estrechar los canales de participación de aspirantes no deseados y desbrozar el camino para el elegido.
La estructura del partido, en Tamaulipas alineada completamente al círculo del poder, en estos casos sirve de muro de contención contra algún rebelde que pretenda desentonar en el montaje de la candidatura de unidad. Habrá, hay ya, resentidos por este manotazo de poder. Poco o nada les queda por hacer, porque saben del riesgo de la confrontación.
La pregunta es, si el control partidista es tan grande ¿porqué forzar un acto de adhesión apenas publicada la convocatoria para el proceso interno de elección del candidato a gobernador?
Si la convención de delegados, y antes la comisión para la conducción del proceso interno en el momento del registro de precandidatos, pueden operar como camisa de fuerza para los desalineados, resulta extraño el mecanismo informal usado para apuntalar a Torre Cantú.
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