martes, 12 de enero de 2010

TAMAULIPAS: EL PRI Y SUS COALICIONES UTILES


LAS COALICIONES UTILES
En el 2007, previo a las campañas políticas en Tamaulipas donde se eligieron diputados locales y ayuntamientos,  el  dirigente estatal del PRI, Ricardo Gamundi Rosas, no se cansaba de asegurar que su partido  ganaría las 19 diputaciones de mayoría que estaban en disputa.
Muchos, dentro y fuera del PRI, lo tildaron de bocón. Siendo candidato a una diputación de representación proporcional, sus críticos adelantaban que cuando menos el tricolor debería perder un distrito para que Gamundi Rosas llegara al congreso local.   De otra manera, simplemente, advertían, sería imposible que se convirtiera diputado.
Pero, en la elección de diputados el PRI se fue en coaliciones parciales con el Partido Verde Ecologista y el Partido Nueva Alianza.  Los convenios de coalición que por separado se firmaron establecieron las condiciones para que una diputación de mayoría, por Río Bravo, fuera para el grupo parlamentario del Verde y otra por Miguel Alemán, para Nueva Alianza.
El PRI  con los candidatos de su partido en los distritos en que se fue solo y con los comunes en los que se coaligo con esos dos membretes, ganó todos. Los 19.   Y esto implicó  que   con los 17 diputados con los que se quedó, así de simple y sencillo, aunque casi nadie se percató del truco hasta antes de que se repartieran las diputaciones plurinominales, el “Negro” Gamundi, como le dicen sus mal y bienquerientes,  finalmente fue ungido como diputado.
Después vinieron los reclamos, las descalificaciones y los lloriqueos de la oposición por lo que consideraron una sobre representación del tricolor en el Congreso local en lo que sería la actual legislatura.   La torpeza que ha caracterizado a la oposición tamaulipeca, los hizo reaccionar tarde porque desde más de dos meses antes de la elección de noviembre de aquel año en que se registraron esas coligaciones, debieron percatarse, a través de sus representantes en el Consejo Estatal Electoral, de la estrategia del PRI para buscar esos aliados  útiles.
Ahora en el proceso electoral de este año que en Tamaulipas también se elegirán al gobernador del estado, 22 diputados que habrá ya en la próxima legislatura y los 43 ayuntamientos del estado,  que rendirán  protesta el 1 de enero del 2011, el PRI  se coligó nuevamente con el Verde y Nueva Alianza, pero ahora para llevar un candidato común en la elección de gobernador.
Tras registrarse el convenio ante la autoridad electoral local, volvieron los cuestionamientos, la extrañeza, pero ahora con expresiones más acentuadas del porqué repetir la estrategia con estos partidos que electoralmente no le  aportarán nada. Lo peor coaligarse con ellos para el registro  del  candidato a   gobernador.  
En eso los críticos del dirigente estatal priìsta y también diputado local tienen mucha razón.  El verde y el Panal son poco más que nada en el ánimo del electorado tamaulipeco.   Pero seguramente eso, a los estrategas del PRI les importan igual: poco más que nada.
Pero si se observa que un convenio de coalición ya no  obliga a los militantes del PRI a cumplir con todos los requisitos que marcan sus estatutos para la postulaciòn de candidato a gobernador, por ejemplo, haber ocupado un puesto de elección popular, la perspectiva de esa decisión puede tomar otro rumbo.
¿Porqué desdeñar que ahora esto permitirá al actual gobernador ampliar sus posibilidades para decidir quién será el candidato de su partido? Que con esa coalición no se verá obligado a escoger de entre sus cartas disponibles, reducidas y de baja nominación por cierto.    ¿Porqué no alguien que  estuviera estatutariamente descartado hasta antes de esa coalición?  Podría ser, puede ser.

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