La reciente publicación de los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (Pisa, por sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) muestran que casi el 50 por ciento de los estudiantes mexicanos de 15 años tienen un nivel insuficiente de aprendizaje.
Este examen se aplica a nivel internacional entre estudiantes adolescentes y en el caso de los muchachos mexicanos evaluados mostró que al terminar la escuela secundaria o al iniciar la preparatoria, poseen un pobre nivel de lectura ya que solo identifican ideas sencillas de un texto.
Los resultados de esta evaluación de la OCDE permiten concluir que esta insuficiencia de los estudiantes mexicanos es por demás preocupante, porque señalan que el escaso entendimiento que tienen de un texto lo logran porque de algún modo tienen antecedentes del tema o porque la idea esta reforzada con ilustraciones o dibujos
Aunque en la evaluación de las áreas de Ciencias y Matemáticas los estudiantes mexicanos mostraron también un bajo desempeño, el escaso dominio de la lectura y en general del manejo de la materia de Español, significa el mayor obstáculo para su futuro académico y personal.
Los resultados del Examen Pisa, como se le conoce en México, muestran las deficiencias estructurales del sistema educativo mexicano, ya que muchos de los estudiantes literalmente son analfabetas funcionales.
Lo peor del caso es que esta condición les representa un severo impedimento para enfrentar y resolver tareas de la vida cotidiana. Este fenómeno es producto de muchos factores, pero esencialmente está relacionado con la baja calidad de la educación en el país.
Por ejemplo, los recién incorporados mecanismos de evaluación para la asignación de plazas docentes han arrojado que la mayor parte de los aspirantes a incorporarse a las actividades magisteriales y de los maestros en activo que buscan asignación de plazas, presentan también bajos niveles de desempeño educativo.
También está vinculado a que con el objetivo de manipular las estadísticas globales de la educación, se favorecen procesos de evaluación en detrimento de los estudiantes ya que se pretende que estos no tengan dificultades para avanzar hacia el nivel siguiente.
Por ejemplo, es común que la calificación mensual se componga de varios elementos en los que el examen de evaluación equivalga al 30 o 40 por ciento de esta. El resto de la calificación se completa con participaciones en clase o trabajos adicionales.
¿Qué futuro les espera a los muchachos? No es difícil imaginarlo. Con mucha suerte se insertaran en el mercado laboral para desempeñar tareas sencillas mal remuneradas. Podríamos decir que el sistema educativo mexicano es eficiente para la formación de empleados generales.
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