La escandalosa muestra de soberbia y prepotencia de Elba Esther Gordillo Morales al adquirir 59 camionetas Hummer modelo 2009 para repartirlas entre los dirigentes seccionales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, desató una casi unánime reacción de rechazo a nivel nacional.
En medio de la gravísima crisis económica que vive el país, el poder abusivo de la presidenta del sindicato se manifestó en toda su bestial carencia de sensibilidad social y se convirtió en un mayúsculo error político de tal dimensión que esta mujer, tan colmada de poder desde el gobierno federal, tuvo que ceder y trató de atajar las criticas en su contra.
Nada de lo que alega disminuyó el enojo provocado por la compra de las lujosas camionetas. Nada hace menor el enfado por ese irracional alarde de poder. Menos cuando millones de mexicanos apenas tienen para sobrevivir. El dispendio en la compra del paquete de camionetas es una imperdonable afrenta de esta descarada mujer cobijada desde las más altas esferas del gobierno mexicano.
La millonada, 21.8 millones de pesos, pagada por Gordillo Morales para sobornar a sus dirigentes seccionales es más insultante si se toma en cuenta que, por ejemplo, representa casi la sexta parte del presupuesto total del DIF Tamaulipas para el 2008.
Las lujosas dádivas de la dueña del SNTE, costaron apenas tres millones menos del total de las participaciones federales del Fondo de Fomento Municipal que se entregaron a los 43 municipios de Tamaulipas entre enero y marzo del presente año.
El dinero con el que se adquirieron las camionetas Hummer serviría para pagar 445 mil 510 jornales a personas de zonas rurales con alto grado de marginación que realizan labores comunitarias dentro del programa de Empleo Temporal de la Secretaría de Desarrollo Social federal. Esa cantidad equivale al monto total que se destina para apoyar a 43 mil 660 personas de más de 70 años, que reciben 500 pesos bimestrales como beneficiarios del programa 70 y MAS de la misma dependencia federal.
Las camionetas de Elba Esther en conjunto costaron cuatro veces más de lo que el DIF nacional ejercerá en el 2008 en el Programa de Asistencia Social Alimentaria, que atiende a Población infantil preescolar y escolar con mala nutrición o en riesgo, menores de 5 años no escolarizados con mala nutrición o en riesgo, familias en situación de pobreza extrema, desastre natural; mujeres embarazadas en período de lactancia, adultos mayores y discapacitados, sin apoyo alimentario de otro programa.
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