jueves, 5 de febrero de 2009

CABALGATAS: LA CRISIS ES DEL JODIDO

En medio de la profunda crisis que afecta a todo el país, que tiene su efecto más dramático y crudo en las capas de la población más empobrecidas, los gobernadores de San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas encabezarán la denominada Cuarta Cabalgata Interestatal de las Huastecas.
Es un costoso evento que siempre se presenta como un esfuerzo institucional de cooperación entre los gobiernos de esta región del país. Cualquier acuerdo al que se llegue ahí, podría lograrse en cualquier salón de eventos, y obviamente sin tanto gasto.

Las cabalgatas reúnen a miles de personas que realizan un recorrido a caballo, que inicia en un estado y concluye en otro. En esta ocasión, 6 y 7 de febrero, el recorrido proyectado fue de 22 kilómetros desde la comunidad de Nuevo Tantoan en Tamaulipas hasta Ponciano Arriaga en San Luis Potosí.

Este tipo eventos genera un gasto excesivo e innecesario de las finanzas públicas. Buena parte de lo que se requiere para atender las necesidades de los miles de participantes y sus caballos, sale del presupuesto del gobierno estatal y de los municipios cuyos alcaldes llegan como contertulios de los gobernadores.
La ropa que lleva cada contingente –generalmente camisa con bordado distintivo de la cabalgata y del municipio del que provienen- es adquirida con recursos oficiales. La alimentación y bebidas para los miles de asistentes corren a cargo del erario, así como los grupos musicales contratados para amenizar el acampamiento nocturno. Igual ocurre con la logística, que incluye dispositivos de seguridad y atención médica para personas y animales.
El acondicionamiento de los campamentos montados por las comitivas de los municipios, que en algunos casos son habilitados con mobiliario como salas, también se hace con cargo a los dineros públicos. En el programa de esta cuarta cabalgata, por ejemplo hay una comida y evento artístico para los cabalgantes a cargo del gobierno de Tamaulipas. A cuenta del gobierno de San Luis Potosí se agendó una comida y programa artístico con rifa de monturas y regalos para los asistentes.
Aunque no hay información precisa sobre el costo real de estos eventos, se calcula que es de muchos millones de pesos. En el primer semestre del año pasado, por ejemplo, el Ayuntamiento de Matamoros, hizo una erogacion de un millón 126 mil 760 pesos para "cabalgatas", según se reporta en la cuenta de subsidios y subvenciones.
Eso es un criminal despilfarro tomando en cuenta que en ese mismo periodo los funcionarios municipales gastaron 26 veces más en las cabalgatas que lo que el municipio destinó a becas para estudiantes. El alcalde Erick Silva Santos y quienes lo acompañaron para asistir a esos paseos multitudinarios, gastaron 104 mil 334 pesos más de lo que el Ayuntamiento entregó en apoyos a centros escolares
El asunto es que para la mayoría de quienes asisten, es un paseo con cargo al prespuesto público. Su interés principal es el sarao que se arma al final del primer día de actividades. Baile, abundante comida, finas bebidas y otras no tanto. Diversión a costillas de los contribuyentes.
En una especie de paradoja se anunció que entre los temas a tratar por los gobernadores en esta cuarta cabalgata está el de la crisis económica en el país. El dispendio para buscar la reflexión sobre las vicisitudes económicas nacionales.
La austeridad es para el discurso. La crisis es de los pobres.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No es posible. Los politicos siempre son incongruentes dicen una cosa y hacen otra. Por eso nadie les cree