jueves, 12 de marzo de 2015

JAMES BOND: INCORRUPTIBLE HASTA QUE VINO A MEXICO

Aun no cesan el asombro e indignación provocados  por algunos de los  innecesarios y excesivos gastos que se hicieron durante la visita de estado del  presidente Peña Nieto a Inglaterra, cuando ya surgió otro escándalo por el uso abusivo de recursos públicos, aparentemente utilizados para sobornar a los productores de la nueva película de James Bond.

El nueve de este mes, el sitio estadounidense especializado en temas fiscales Tax Analysts publicó una nota en la que refiere que "el gobierno mexicano" pagó al menos 14 millones de dólares para que se modificara  una parte del guion de la película del súper agente inglés que será filmada en México.

Según esa página de internet, que refiere que la información proviene de  correos electrónicos extraídos durante un ataque cibernético contra la empresa Sony, hubo una negociación entre directivos de esta transnacional  y funcionarios mexicanos no identificados para  que se reescribiera el guion.

La millonaria transacción giró en torno a verdaderas estupideces. El arreglo incluyó que se cambiara la nacionalidad del villano   ya que en el texto original, este era mexicano.  También se sustituyó al  jefe de gobierno de la Ciudad de México como el objetivo de un atentado.

De acuerdo con lo divulgado,  en el argumento original Bond viaja a nuestro país para impedir que maten al jefe del  gobierno capitalino. Los millones de dólares entregados a los productores, según Tax Analysts, lograron que el embajador de un país no identificado se convirtiera en el blanco del atentado.

Asimismo se negoció que una persecución incluida en el filme se realizara durante la celebración del Día de Muertos y que algunas tomas aéreas incluyeran edificios emblemáticos del Distrito Federal.

La nota de Tax Analysts cita que los funcionarios mexicanos pidieron que en la película  se incluyera la participación de una actriz mexicana.

La nota, reproducida y citada por muchos medios mexicanos, no precisa de qué nivel de gobierno eran los funcionarios involucrados en este verdadero despropósito. Visto desde cualquier perspectiva, el dichoso acuerdo es una desmesura.

Hay infinidad de cosas con las que se puede contrastar la liviandad con la que se gastaron esos recursos.

Por citar solo un ejemplo: Ese monto  representa casi el 27 por ciento de los 52 millones de dólares que el Banco de México subastará diariamente en los próximos tres meses con el objetivo de amortiguar la caída del peso frente a la moneda estadounidense.

Resulta inaudito que  se haya ocupado tanto dinero, por ejemplo,  para volver extranjero al  villano de la película. Como si la opinión pública internacional no supiera que  amplias regiones del país están asoladas por criminales, que hacen parecer una caricatura al más acérrimo enemigo de James Bond.

Aunque no se indica el origen de la millonaria cantidad gastada en esa torpe estrategia de relaciones públicas, seguramente estamos ante un desvió del erario.


En el supuesto de que existiera un contrato de por medio, la transacción no dejaría de ser irregular porque la gente no paga impuestos para que se gasten en este tipo de jaladas.

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