martes, 17 de marzo de 2015

REYNOSA: BASURA, BASURA

El alcalde de Reynosa, José Elías Leal, anunció que pronto se pondrán en servicio varias unidades que se adquirieron para reforzar la recolección de basura doméstica en la ciudad, servicio que  desde que se concesionó hace casi 25 años ha sido fuente de negocios chuecos, conflictos legales y reclamos sociales.

En 1993 se entregó la primera concesión, adjudicándosela a un mexicano de origen sueco que ofreció contra prestaciones fantasiosas que involucraban compromisos de inversiones  por un monto de 600 millones de dólares.

Una vez que dieron el fallo a su favor, los propios miembros del Ayuntamiento acordaron dividir este instrumento en dos fases para desvincular legalmente una de la otra. Así el empresario quedaba exento del cumplimiento de sus obligaciones económicas sin que esto pusiera en riesgo su negocio.

Sin embargo, las leoninas tarifas que pretendieron imponer por la recolección de basura, calculadas por la superficie del terreno del usuario y no por volumen de desechos generados, causaron tal irritación y rechazo que el concesionario prácticamente quebró.

A lo largo de varias administraciones se cometieron excesos so pretexto del servicio. En el año dos mil cuando fue alcalde Humberto Valdez Richaud, ahora dirigente estatal del Movimiento Territorial del PRI, el municipio compró en Estados Unidos al menos 15 camiones de basura cuyas facturas exhibían la leyenda “As is”. 

Esta es una advertencia que implica que el comprador adquiere el bien en el entendido de que no podrá hacer reclamaciones ya que lo acepta en el estado en que se encuentra. Esos camiones literalmente eran chatarra con una muy buena mano de pintura.

En las administraciones posteriores, incluida la única de extracción panista que ha habido en Reynosa, hubo mucho manoseo en la relación del Ayuntamiento con la otra empresa a la que se entregó la concesión.

Desde la administración 2002-2004, Promotora Ambiental SA (PASA), ha detentado ese instrumento administrativo.

El más grave perjuicio en contra de los intereses del Ayuntamiento y de la población, se cometió en el año 2010 cuando el entonces alcalde Oscar Luebbert Gutiérrez, esposo de la candidata del PRI a la diputación federal por Reynosa, le renovó la concesión a PASA poniendo al Ayuntamiento en situación de clara desventaja  en su relación contractual con la empresa.

Con su firma facilitó que el concesionario estuviera por encima de los intereses de la comunidad.  Se acordaron cláusulas que con relativa facilidad pueden ser nulificadas porque es evidente que hubo dolo al privilegiar tan singularmente a una de las partes en perjuicio de la otra.

Lo que la legislación del estado señala como causales para la rescisión de una concesión sin perjuicio de un Ayuntamiento, en este contrato se pactó que la empresa podía incurrir en dichos supuestos sin que se considerasen motivo para  proceder  en su contra.

Por eso PASA, apoyada en la supremacía que, ilegalmente, le entregaron las autoridades, en noviembre de 2010, un mes antes de terminar la administración de Luebbert Gutiérrez, argumentando que el municipio le debía 40 millones de pesos dejó de recoger la basura a sabiendas de que el contrato la vacunaba contra cualquier acción legal.


Tras este rompimiento, a partir de 2011 el municipio se ha hecho cargo de manera directa de la recolección de basura, sin embargo el servicio presenta rezagos importantes.  Como a la concesión le restan varios años de vigencia, las autoridades  también han debido enfrentar los juicios que PASA ha promovido para reclamar lo que considera sus legítimos derechos.   

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