Por casualidad, la investigadora estadounidense Susan M. Reverby encontró archivos relacionados con un criminal estudio sobre la sífilis que autoridades sanitarias de Estados Unidos realizaron en Guatemala en la segunda mitad de la década de los años 40.
El descubrimiento de los expedientes del caso ocurrió cuando la especialista buscaba en los archivos de la Universidad de Pittsburgh material para un libro. Ahí se detallan experimentos de médicos estadounidense que entre 1946 y 1948 intencionalmente infectaron con sífilis a casi mil guatemaltecos para determinar la evolución prolongada de la enfermedad sin aplicación de tratamiento.
La publicación del hallazgo de Reverby y el escándalo desatado, obligó al presidente estadounidense Barak Obama a ofrecer formalmente las disculpas de su gobierno al de Guatemala por esos hechos.
En aquella época, un grupo de médicos de Estados Unidos encabezado por John C Cutler recibió la autorización de funcionarios de salud de Guatemala para que experimentaran con 696 hombres y mujeres.
Una parte de los hombres estaba recluida en la penitenciaría nacional de ese país centroamericano y otro grupo de hombres y las mujeres estaban internados en hospital del Programa de Salud Mental.
De acuerdo con la publicación del reporte de Reberby sobre su hallazgo, esas prácticas no eran poco comunes. Refiere que las autoridades guatemaltecas accedieron a facilitar los trabajos de los médicos estadounidenses a cambios de diversos apoyos.
El inmoral estudio fue auspiciado por el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos en la época del entonces presidente Harry S. Truman. Si una de las decisiones que tomó Truman durante la Segunda Guerra Mundial fue ordenar el lanzamiento de las bombas atómicas contra Japón, no es extraño que su gobierno haya autorizado el experimento con reos y enfermos guatemaltecos.
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