La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recién presentó un estudio sobre la situación de la educación en México cuyas conclusiones reafirman lo que todos sabemos acerca de la baja calidad educativa en el país.
Al presentar el estudio titulado “Mejorar las Escuelas: Estrategias para la Acción, el secretario general de la organización, José Ángel Gurria, relacionó el tema de la calidad de la educación con problemas estructurales derivados de las deficiencias del sistema educativo mexicano.
Refirió que de acuerdo con estudios recientes de la OCDE, “México tiene la población que más tiempo dedica al trabajo entre los países de esta organización, pero al mismo tiempo tiene la productividad laboral más baja, el ingreso per cápita más bajo y los ingresos fiscales respecto al PIB más limitados de la OCDE”.
El informe presentado por Gurria de entre los problemas del sistema de educación en México, señala que la calidad de la enseñanza es baja, los días del ciclo escolar son cortos y el apoyo del estado al sistema educativo es limitado.
El estudio reveló que si bien las políticas educativas de las dos décadas anteriores permitieron favorecer el acceso de la población a la educación, las dos terceras partes de los jóvenes de entre 15 y 29 años siguen fuera del sistema.
Además mostró que el desempeño de los estudiantes es deficiente y que de acuerdo a los estándares internacionales más de la mitad de los jóvenes de 15 años no cuenta con niveles básicos de aprendizaje.
El documento de la OCDE indica que el sistema de educación básica en México tiene poco más de 220 mil escuelas, pero sólo la mitad tiene acceso a los programas de apoyos estatales y federales.
Luego adelanta un dato revelador de las incongruencias del sistema educativo ya que asegura que México tiene un significativo presupuesto para la educación por lo que los resultados debieran ser mejores.
El estudio presenta 15 recomendaciones cuyo cumplimiento es indispensable para mejorar la educación en el país. Dice que las recomendaciones tienen como propósito estratégico: poner al alumno y a la calidad de su aprendizaje “justo en el centro de la estrategia educativa”.
Sin embargo, el principal obstáculo para el seguimiento de las sugerencias de ese organismo internacional seguramente lo constituirá el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación ya que la mayoría de las recomendaciones están orientadas a la profesionalización de los procesos de reclutamiento, selección, asignación de plazas y evaluación de los maestros.
LA OCDE puntualiza que México “como varios otros países, necesita trabajar hacia la elaboración de un marco adecuado de evaluación e incentivos docentes, robustos e independientes, que midan las capacidades y no sólo el currículo”.
Advierte que la evaluación propuesta necesita “ir acompañada de un sistema de incentivos y estímulos transparente y bien delimitado; un sistema que refleje la calidad de la enseñanza y motive a los maestros a mejorar. Así, los maestros sabrán en qué necesitan mejorar, cómo pueden hacerlo y por qué el esfuerzo por mejorar se justifica plenamente.”
Lástima por el estudio. Gobierno y sindicato han demostrado ampliamente que la calidad de la educación es lo que menos importa. En este país la formación de ignorantes es altamente provechosa.
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