Hace más de dos años, el gobierno de Tamaulipas y la Secretaria de Gobernación firmaron un convenio para la realización de un estudio para determinar las necesidades de inversión en infraestructura hidráulica para la reducción de riesgos de inundación en un amplio sector urbano de Reynosa.
El gobierno del estado al solicitar el financiamiento para el estudio, al que se asignaron más de 4 millones de pesos, señaló que este se dirigiría al sistema de drenes que cruza la ciudad y sus partes bajas, entre los que mencionó el tramo que va del Dren El Anhelo a los drenes laterales, su descarga al Río Bravo, así como al dren de retorno de la Laguna La Escondida al Río Bravo.
La justificación social para la solicitud hecha a la Secretaría de Gobernación, fue que si se presentaran fallas en ese sistema de drenes, las inundaciones podrían afectar a la zona más densamente poblada de Reynosa.
De acuerdo con la información disponible sobre ese convenio, cuyo presupuesto se autorizó con cargo al Fondo de Prevención de Desastres Naturales, el producto que se esperaba una vez finalizado el estudio sería toda la información técnica y financiera para la construcción de obras hidráulicas necesarias para reducción de riesgos para la población.
La solicitud que presentó inicialmente el Gobierno de Tamaulipas, entre las obras que podrían incluirse señala la ampliación y rehabilitación de los drenes El Anhelo y de Las Mujeres, así como la ampliación y rehabilitación de los puentes vehiculares que los cruzan.
Asimismo, el gobierno estatal señaló que derivado del estudio podrían planearse obras de construcción de drenes y cárcamos de bombeo en las partes bajas de la ciudad; construcción de un bordo de contención y una estructura reguladora del agua en la Laguna la Escondida, y un dren de retorno de esa laguna al Río Bravo.
Si se terminó el referido estudio, no se sabe.
Lo que si sabemos en Reynosa es que ninguna de las obras señaladas en la solicitud del gobierno tamaulipeco se ha realizado.
Las lluvias de los últimos meses y la crecida del Río Bravo han mostrado la urgencia de ese tipo de obras de control hidráulico. Esas contingencias naturales fueron una advertencia sobre los enormes riesgos de inundación que enfrenta la comunidad.
“Hay necesidad de ejecutar obras que reduzcan la vulnerabilidad física y/o protejan núcleos de población en riesgo, por lo que es necesario realizar los estudios para que las obras a realizar sean adecuadas y se ejecuten en forma prioritaria”, dice una parte de los documentos que acompañan al convenio firmado el mes de julio de 2008.
Sin embargo de la atención a esas prioridades, hasta la fecha nada.
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