jueves, 25 de septiembre de 2008

DIPUTADA: ¡QUE PENA!

Con 29 votos a favor y uno en contra, de la diputada perredista Diana Chavira Martínez, el Congreso de Tamaulipas aprobó el decreto que modifica el Código Penal de estado para establecer sanciones pecuniarias y corporales para los dueños de animales que causen lesiones o la muerte a alguna persona.

La iniciativa de reforma fue presentada por los diputados del Partido Revolucionario Institucional y los de Verde Ecologista de México y de Nueva Alianza, luego de que hace unos meses se registraron graves ataques de perros a personas en varias ciudades de la entidad. Uno de los más dramáticos ocurrió en Reynosa el cinco de enero pasado, cuando un bebé de año y medio sufrió el desprendimiento de su pierna derecha cuando fue atacado por dos perros de pelea.
Salvo el sacrificio de sus animales, el propietario no tuvo mayores complicaciones por el incidente. Este y otros casos movieron a varios diputados locales, entre ellos Ángel Tito Rodríguez Saldivar, a buscar las modificaciones que finalmente fueron aprobadas este 24 de septiembre para que se sancione a los propietarios de animales que causen lesiones o la muerte a personas.

Esta reforma representa un avance enorme para establecer las condiciones legales para que las víctimas de una agresión de ese tipo puedan recibir pago de los daños que les hayan provocado. De esta manera la irresponsabilidad de los propietarios de animales bravíos también será castigada con cárcel porque serán penalmente responsables, si bien en forma culposa, del delito de lesiones. Se les aplicarán las sanciones corporales que establece el código penal de acuerdo a la gravedad del daño físico o mental causado a la víctima.

En la sesión del Congreso de Tamaulipas realizada este 24 de septiembre, estuvieron 30 de los 32 legisladores que lo integran. 29, incluidos los de oposición, votaron a favor. La diputada Chavira Martínez voto en contra. La legisladora del Partido de la Revolución Democrática, si con su voto en contra cometió un grave error, al expresar de esa manera su insensibilidad con relación a los derechos de las víctimas de esas agresiones, cayó en un penoso exceso cuando descalificó la iniciativa aprobada.

“Señores diputados, si a ustedes los muerde un perro, es porque ni los perros los quieren. En verdad que es una vergüenza que presenten este tipo de propuestas, en lugar de estar discutiendo el problema de inseguridad pública, de educación, de desempleo, de oportunidades para los jóvenes, de marginación hacia grupos vulnerables. Yo voto en contra de este dictamen, porque no quiero ser cómplice de la aprobación de reformas absurdas que nada dejan al tamaulipeco.”, fustigó.

El malestar de la legisladora, originaria de Nuevo Laredo, tenía que ver con otros asuntos, como el que le rechazaran una iniciativa que presentó y que quienes la dictaminaron la consideran improcedente. Independientemente de que en el dictamen a su iniciativa hayan influido intereses partidistas, Chavira Martínez, cometió una grave imprudencia política al calificar con esos términos la referida reforma al código penal.

Es obvio que no todas las leyes tienen un impacto general en la población, pero esta en particular responde con mucho a una situación en donde la víctima, además de la tragedia personal y familiar derivada de un ataque semejante, quedaba en una completa indefensión legal. Además que no olvide la diputada perredista, que la obligación de la autoridad es la de vigilar los intereses de la comunidad hasta en asuntos que pudieran parecer nimios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En algo creo que tiene razón la Diputada, bien harían los animalitos en morder a más de un representante popular creo yo.
Sobre la ley, creo acertado el que se responsabilice a los dueños de las mascotas porque finalmente son los responsables de su cuidado y atención, más no de su comportamiento.
Difiero en que se les identifique como perros de pelea, al carecer de raciocinio cualquier animal, incluso el hombre, reacciona para defenderse. Algunos lo hacen mordiendo, otros pateando, unos más lanzando veneno. En ocasiones los ataques son para matar una presa y después comerla, cuestión de elemental supervivencia. El hombre es el único ser sobre la tierra que conozco que ataca de manera premeditada, y que pone a pelear a otros animales e incluso sus semejantes por diversión o dinero.