martes, 18 de enero de 2011

KALIMBA: ASQUEROSIDADES POR EL RATING

 La acusación de violación sexual en contra el cantante Kalimba, señalado por una menor de edad de haberla forzado durante una gira que aquel realizó en Quintana Roo, se ha convertido en una asquerosa competencia por el rating, principalmente en la televisión.

A estas alturas del caso, probablemente lo que menos importa es la integridad moral, física y jurídica de la adolescente.  Más bien su caso se convirtió en un instrumento idóneo para ganar más auditorio. 

Las televisoras, desde hace años dedicadas a la comercialización del morbo, le han dado una amplia cobertura con el único afán de explotar al máximo el malsano interés que provoca este incidente

La morbosidad ha llegado al extremo de entrevistar a la víctima en sus programas estelares, tanto de contenido noticioso como de espectáculos.   Si eso no fuera un exceso inexcusable, también, con una hipócrita expresión de solidaridad, han expuesto públicamente a su familia, a lo que esta se ha prestado vergonzosamente.

En Tamaulipas ese tipo de conductas moralmente reprobables también se constituyen en la comisión de un delito.   El artículo 279 Ter del código penal del estado contempla cárcel de dos a cinco años a quien divulgue la identidad, nombre, apellido de sus padres, que permita la identificación de las víctimas de delitos de tipo sexual o violencia familiar.

Los códigos penales de Quintana Roo y del Distrito Federal no contemplan esta tipificación delictiva relacionada con la violencia sexual o familiar.   Obviamente tampoco señalan la sanción privativa de libertad, aumentada hasta en dos terceras partes, cuando esa divulgación es cometida por un servidor público.

Seguramente, esa laguna legal en ambas legislaciones alentó con mayor intensidad las actuaciones inescrupulosas de servidores públicos y periodistas. Esa falta de control legal terminó en una brutal vileza informativa.

Desde funcionarios de la procuraduría de Quintana Roo, que buscando notoriedad pública ventilaron abiertamente la averiguación penal abierta en contra de Kalimba, hasta representantes de medios de comunicación, que no tuvieron más consideración que la pelea por el auditorio, todos atropellaron los derechos de la víctima.

Es una vergüenza que un caso semejante se haya convertido en asunto de horario triple A

1 comentario:

GABO dijo...

Y LA SECRECIA QUE EXIGE LA LEY EN AVERIGUACIONES PENALES... ESA INGUESU!!!... HAY QUE EMPUJAR LAS VENTAS DEL CD DEL NEGRITO...QUE SE CREE UNA ESTRELLOTA Y EN VENTAS DE SU MATERIAL VALE PA PURAS VERGUENZAS...COSA DE LA MERCADOTECNIA, DIGO YO. SALUDOS: GABO