DIPUTADO PANISTA CAMPEON

La obligación mínima de los diputados locales de Tamaulipas, si se considera que ir a hacer bulto es suficiente para que un integrante del congreso justifique su salario, es presentarse a las sesiones de la asamblea a las que se les convoque.

La Ley sobre la Organización y Funcionamiento Internos del Congreso de Tamaulipas, señala que entre las prerrogativas y deberes de los diputados están la de asistir a las reuniones del pleno y participar en estas, cualquiera que sea el procedimiento parlamentario que se desarrollo.

En esta legislatura hay legisladores que ni esas obligaciones cumplen.   El ex presidente municipal de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca es uno de esos.  

De las 88 sesiones que ha tenido el pleno de la asamblea del congreso desde el primero de enero de 2008, cuando se instaló, hasta el 19 de mayo del presente año, García Cabeza de Vaca a faltado a 37, es decir ha inasistido al 42 por ciento de  ellas.

Otro diputado faltista es el también panista Vicente Verastegui Ostos, que ha acumulado 24 faltas en lo que va de la actual legislatura estatal.  La actual coordinadora del grupo parlamentario del PAN, Leonor Sarre, tiene 12 inasistencias.

El diputado priista Ricardo Gamundi Rosas, tiene registradas 10 faltas,  el panista Gelasio Márquez Segura y la petista María de la Luz Martínez han faltado en ocho ocasiones a las sesiones del pleno, en tanto que la diputada perredista Diana Chavira Martínez, ha acumulado seis inasistencias.

El caso de García Cabeza de Vaca, según el registro de sus inasistencias incluso podría involucrar graves irregularidades, tanto por parte de él como del resto de la asamblea.  La ley reglamentaria del congreso señala que, previo aviso al presidente de la Mesa Directiva,  los diputados “podrán ausentarse hasta en tres ocasiones consecutivas de las sesiones del Pleno en un mismo periodo ordinario” (sic)

                      

Luego establece que para ausentarse por más sesiones requerirán licencia aprobada por el Pleno.   García Cabeza de Vaca, además de su notoria irresponsabilidad en el cumplimiento de esa obligación indispensable en el cumplimiento de sus deberes,  se dio el lujo de faltar a las ocho sesiones realizadas entre el 28 de marzo y el 19 de mayo de 2010.

 En la sesión ordinaria del 26 de marzo está registrada su asistencia.   Pero antes, también estuvo ausente en  las siete sesiones que tuvieron lugar entre el primero de febrero y el 18 de marzo de este año.     Es decir que de las 16 sesiones ordinarias del Congreso de Tamaulipas, este diputado panista faltó a quince.   Al menos es lo que aparece en el registro del trabajo parlamentario de la página oficial de la actual legislatura.

No se sabe si les han reducido la dieta a estos faltistas. Pero el  caso de  García cabeza de Vaca parece que debería ir más allá de un descuento en sus percepciones. Se ha tolerado que se haya ausentado más de tres sesiones consecutivas sin solicitar licencia.  Este año lo hizo dos veces. En el 2008  inasistió a cuatro sesiones consecutivas entre el 13 de febrero y el 3 de marzo.   Lo grave es que no solo él ha incurrido en irregularidades.